Uwe Gemballa se labró todo un nombre en el mundo de las preparaciones para Porsche allá por los años '80. Y ahora su hijo continúa por el camino de su padre, porque con tan solo 27 años ha nacido rodeado de algunos de los mejores deportivos del planeta y ya ha pasado por marcas como Opel, Mercedes-Benz y Porsche. Sin embargo, ahora da el salto como fabricante independiente, fundando la empresa que lleva su nombre: Marc Philipp Gemballa GmbH.
Y poco tiempo ha tardado en mostrar el que será su primer proyecto, el cual llevará a buen puerto con la ayuda de otro ilustre en eso de 'meter mano' a los deportivos de Zuffenhausen: RUF.
Sobre la base de un 911 Turbo S
Cierto es que los detalles de este denominado Project Sandbox permanecen en absoluto secreto, pero ya se ha dado a conocer que nacerá sobre la base de un nuevo e inmaculado Porsche 911 Turbo S, al cual despojarán de su inconfundible carrocería para adaptar una que recuerda poderosamente el mítico Porsche 959.
Ese toque antaño se combinará con la última tecnología y un propulsor del Siglo XXI, porque en su eje trasero se mantendrá el 3.8 Bóxer Biturbo del 911 Turbo S, pero retocado por RUF para escalar de 650 a 750 CV de potencia, de igual forma que su par motor pasa de 800 a 920 Nm.
Pero este proyecto lleva en marcha más de dos años, ayudado por empresas como KW Automotive, Michelin, KLK Motorsport… Y es que este Project Sandbox no será un mero 959 del Siglo XXI, sino que estará inspirado en el 959 que luchó en el mítico Paris Dakar, de forma que gozará de una suspensión específica para rodar fuera del asfalto, llantas especiales, neumáticos off-road de altas prestaciones…
Sorprende que Marc Philipp Gemballa pretenda fabricar nada menos que 40 unidades de esta icónica criatura, pero asegura que las diez primeras, que darán lugar a una edición especial de lanzamiento, ya tienen dueño. Y claro está, su precio permanece en absoluto secreto.
