El precio del litio en el mercado internacional se dispara en los últimos 12 meses. En enero de 2021 la tonelada de este material rondaba los 9.500 euros al cambio, mientras que en enero de este mismo año supera los 45.000 euros. Qué pasa ahora con el coche eléctrico…
Se rompe así una tendencia de más de una década de descenso y que suponía un buen augurio para el coche eléctrico, que veía bajar su precio de forma importante año tras año. De hecho la curva del precio de los coche eléctricos debería cruzarse con la de los térmicos mediada esta década. Punto de inflexión que debía marcar el inicio de la completa electrificación del automóvil.
El litio dispara su precio por cinco
Al igual que ocurre con el resto de las materias primas, el litio se ha visto afectado por la tensión internacional en los principales mercados. Con los fabricantes electrónicos de todo el mundo haciendo acopio de este material y entrando de lleno en lo que se denomina compras de pánico. Del mismo modo los fabricantes de baterías de coches han decicido realizar compras masivas de este mineral, otro de los elementos que han contribuido a este ascenso vertiginoso del precio por encima del 225% de su valor más bajo.
Una subida que en China supera ya el 530% en el último acumulado a 12 meses. Y esto es mucho decir si tenemos en cuenta que China controla y manufactura el 75% del litio del mundo a través de sus empresas eléctrónicas y de baterías.
9 kilos de litio por coche
En esta coyuntura el coche eléctrico está sufriendo de manera muy intensa la crisis. Sólo hay que tener en cuenta que el 40% del precio de un coche eléctrico corresponde a la batería. Del mismo modo una batería de coche normal, en torno a 60kWh contiene más de 9 kilogramos de litio, a razón de 150 gramos por kWh. Datos que por el momento hacen imposible que el precio final siga bajando.
Es cierto que el litio es un material reciclable, por lo que los fabricantes están investigando a marchas forzadas la reutilización del mismo con la finalidad de abaratar costes. De esta manera se solucionarían dos problemas, por un lado qué hacer con las baterías ya gastadas y por otro recuperar este preciado mineral. Del mismo modo algunos países como EEUU o China están investigando sobre minerales alternativos con buenos resultados, como son el grafito o el silicio.
Principales reservas en el mundo
Las principales reservas de lítio están en Bolivia, Argentina, China, Australia y Canadá, países que por el momento no se encuentran involucrados en la guerra de Ucrania, otro de los focos de inestabilidad más importante en el precio de las materias primas. Aunque es cierto que al ritmo actual de consumo en 2040 habríamos acabado con las principales reservas del mismo.
Las baterías en estado sólido, en pleno desarrollo por fabricantes como Toyota, suponen un balón de oxígeno a este problema. Es cierto que siguen dependiendo del litio, pero de manera mucho menor, pues incluyen menos materia prima en su fabricación. Además aseguran mayor ligereza y superior autonomía, lo que supondría aliviar el problema de manera importante. Toyota no cuenta con comercializar sus baterías en estado sólido antes de finales de esta década.
Quizá se trata de espaldarazo que necesitaba el hidrógeno para convertirse en el combustible alternativo de referencia mediante los vehículos de pila de hidrógeno o mediante los motores alimentados directamente con hidrógeno.
