En una cruel ironía, los airbags, los mismos dispositivos diseñados para salvar vidas, vuelven a estar bajo un mayor escrutinio debido a una nueva oleada de lesiones y muertes. Tal vez lo más preocupante es que los últimos informes sobre estas herramientas de seguridad no provienen de Takata, el proveedor de airbags que ya no existe y que fue el responsable de los retiros a gran escala de varios fabricantes. No, las últimas preocupaciones se centran en las bolsas de aire de imitación que se están pasando a clientes desprevenidos.
El elemento más alarmante de estos falsificados es que, debido a su naturaleza oculta, es posible que ni siquiera sepas si tu coche tiene uno instalado, especialmente si lo instaló un propietario anterior. Y lo que es más peligroso, es que el instalador también puede no saberlo, ya que muchos de estos airbags de imitación tienen las mismas marcas que sus homólogos OEM.
El costo de la falsificación del airbag: barato pero mortal
Según un informe de The Wall Street Journal, solo en el último año se han registrado cinco casos de personas que han muerto o han resultado gravemente heridas a causa de estas bolsas de aire de imitación. El atractivo de las bolsas de aire falsas es simple: el costo. Mientras que un módulo de bolsa de aire auténtico puede costar más de 1.000 dólares, las no originales a menudo se venden por tan solo entre 100 y 350 dólares.
Estos dispositivos son altamente especializados que usan explosivos para inflar rápidamente una bolsa de aire en una fracción de segundo, por lo que si se ensamblan incorrectamente, pueden ser mortales. Algunas piezas falsificadas se remontan a China, mientras que otras pueden haber sido ensambladas en Estados Unidos, utilizando piezas recuperadas de un depósito de chatarra.
Un caso trágico que ilustra el peligro de estos airbags
En una demanda presentada en mayo se alega que una bolsa de aire falsa instalada en un Chevrolet Malibu mató a una madre de dos hijos que no se dio cuenta cuando el vehículo «explotó como una granada». La conductora, Destiny Byassee, chocó por detrás a otro vehículo a 48 km/h antes de chocar contra un poste, pero según un abogado que representa a la familia, la conductora debería haberse ido caminando. El Malibu había sido propiedad de Enterprise Rent-a-Car y fue vendido a DriveTime, un vendedor de autos usados.
General Motors, que ayudó en el caso, rastreó los componentes de las bolsas de aire hasta Jilin, un fabricante chino de varios productos que, según GM, no es un proveedor autorizado de piezas de repuesto para bolsas de aire. Se alega que el airbag fue reemplazado en algún momento de 2022 por Jumbo Automotive, un taller de reparación en Hollywood, Florida.
