Puede que los muscle car americanos clásicos no sean el ejemplo de conducción precisa. Puede que tampoco sean lo mejor en cuanto a seguridad. Y desde luego no destacarán tampoco por sus consumos. Pero, hay que ver y escuchar uno en persona para entender el poderío y alma que tienen…
Este Oldsmobile 442 W-30 Convertible de 1970 es el claro ejemplo de ello, una auténtica máquina que no será tan eficiente como el Toyota Prius de tu vecino -y desde luego ni de lejos tan feo-, pero lo hará temblar (literalmente) cada mañana al arrancarlo. Y eso no tiene precio.
El primer 442 nació en 1968
Y es que el 442 fue creado por Oldsmobile como un paquete, pero más tarde se convirtió en un modelo en sí mismo cuando salió al mercado por primera vez en 1968. Era conocido por su enorme V8 de 7,5 litros y 370 CV.
Mecum subastará este precioso ejemplar descapotable en la subasta que tendrá lugar en marzo. Solo se hicieron 96 de estos en 1970, con cambio manual de cuatro velocidades y el paquete de mejoras W-30.
El color exterior es Azul Twilight y cuenta con distintos elementos en contraste pintados en blanco. Como parte de las cosas que traía el paquete W-30 encontramos la toma de aire en fibra de vidrio del capó, elemento que le da un toque más de agresividad al frontal. El motor también sufrió cambios con el W-30, subiendo la potencia hasta los 375 caballos.
Pero, a pesar de ser una auténtica bestia, este 442 W-30 Convertible era también lujoso, pues contaba con asientos de butaca en cuero en la parte delantera, detalles en metal y multitud de elementos en imitación de madera. Este modelo en particular viene equipado además con un volante deportivo personalizado y un equipo de sonido de ocho pistas.
Otras de las características que tiene el coche eran frenos de disco delanteros y unas ruedas opcionales Super Stock I que se rodean de unos neumáticos Goodyear G70-14.
