Al llegar el verano, lo último en que pensamos es que nuestro coche pueda desaparecer por arte de magia. Pero los datos son claros: durante julio, agosto y septiembre, los robos de vehículos se disparan en toda España. En 2024, se sustrajeron más de 8.500 coches en ese trimestre, superando en un 4% la media del resto del año. Y lo peor es que la tendencia no es nueva, ni parece que vaya a desaparecer a corto plazo.
El problema va más allá de un simple aumento estacional. Las bandas de delincuentes encuentran en el verano el momento perfecto para actuar, aprovechando que las ciudades se vacían, los propietarios se relajan y muchos coches quedan días enteros aparcados sin vigilancia. El tuyo, ¿está a salvo?
1El verano: temporada alta para los ladrones

No por casualidad julio, agosto y septiembre son los meses con más robos. Las vacaciones y los desplazamientos masivos favorecen la acción de las redes criminales. Por ejemplo, en Baleares, los robos se dispararon un 38% en verano de 2024 con respecto a la media anual. Zonas como La Rioja y Murcia también vieron incrementos notables, del 13% y el 11% respectivamente.
El patrón es claro: las regiones turísticas concentran una mayor actividad delictiva en verano. Cataluña y Andalucía son focos habituales. Por el contrario, en comunidades como Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha, los robos han disminuido; en parte, porque no están tan expuestas a la presión turística ni al movimiento de visitantes.