La nueva normativa europea ya es una realidad en España. Desde este mismo momento, todos los autónomos que adquieran una furgoneta para trabajar deberán asegurarse de que el vehículo incorpora los sistemas de ayuda a la conducción conocidos como ADAS. Quienes no cumplan con esta obligación no podrán matricular su furgoneta y se arriesgan a sanciones si circulan con un modelo que no incluya la tecnología exigida.
El cambio afecta directamente al colectivo de autónomos, que depende de las furgonetas para transportar materiales, repartir mercancías o desplazarse a distintos servicios. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha advertido que intensificará los controles y que su plan de vigilancia pondrá el foco en este tipo de vehículos, clave en la actividad económica del país.
4Un parque de furgonetas cada vez más vigilado
La DGT también intensificará la vigilancia sobre las furgonetas. El Plan Operativo de Vigilancia y Control de Furgonetas de Reparto pone el foco en los autónomos que utilizan estos vehículos a diario, tanto en entornos urbanos como interurbanos. Los agentes de la Guardia Civil controlarán excesos de velocidad, consumo de alcohol o drogas, distracciones, carga mal estibada o deficiencias técnicas en frenos, neumáticos e iluminación.
El propio jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Tomás García Gazapo, explicó que la estrategia será integral, combinando medidas preventivas, formativas y sancionadoras. El objetivo es reducir los accidentes y concienciar a los autónomos de que la seguridad de sus furgonetas es tan importante como cumplir con los plazos de entrega o los compromisos laborales.
