Conos, carriles que se estrechan y una nueva limitación de velocidad son elementos habituales cuando nos encontramos con una carretera en obras. Pero ahora, la DGT ha confirmado el despliegue de un nuevo tipo de radar que llegará a nuestras carreteras muy pronto, y que tiene un objetivo tan claro como indiscutible.
Ha sido el propio director general de Tráfico, Pere Navarro, quien ha puesto fecha a esta nueva medida. Durante su intervención en la 33ª Semana de la Carretera, anunció que durante este mismo 2025 se pondrá en marcha el proyecto.
1Cómo son los nuevos radares para zonas de obras

Aunque su llegada sea inminente, el concepto es algo novedoso para muchos conductores. No se trata de las cajas grises en los pórticos de las autovías ni de los coches camuflados. Lo que la DGT va a desplegar son radares móviles montados sobre un soporte con ruedas, similar a un pequeño remolque o un trípode robusto.
Su diseño está pensado para proporcionar la máxima eficacia y versatilidad. A simple vista pueden confundirse con un equipo de medición o parte de la maquinaria de la propia obra, pero su función es bien distinta: controlar la velocidad oara la DGT. Su principal ventaja es la agilidad, ya que se pueden instalar en cuestión de minutos en los puntos más conflictivos de un tramo. Esta movilidad acaba con la costumbre de frenar justo antes del radar conocido y volver a acelerar después. Con este sistema, cualquier metro de asfalto en obras será susceptible de vigilancia.