El aumento del uso de los patinetes eléctricos, ha provocado el cambio de normativa de la DGT que rige sobre este vehículo de movilidad personal.
La diversificación de la movilidad ha registrado un aumento como consecuencia directa de las nuevas leyes contra el cambio climático.
Con el aumento de estos vehículos de movilidad personal y la implantación de normas nuevas de regulación, aparece también el desconocimiento de las mismas.
Para la nuevas empresas tecnológicas que tienen su fuente de ingresos en el servicio de arrendamiento de estos vehículos, la información sobre el correcto uso de los mismos, juega un papel fundamental como estrategia de mercado para solidificar su permanencia en el sector del transporte urbano.
1Un movimiento en alza hacia la descontaminación
La constante presencia, y en aumento, de los patinetes eléctricos en las ciudades, ha supuesto un problema desafiante para las autoridades y administraciones. Estos vehículos que prestan una facilidad y comodidad especial en la movilidad, por su económico mantenimiento y la sostenibilidad manifiesta, debido a las nulas emisiones de CO2, están muy de acuerdo con los cambios que las grandes ciudades vienen adoptando, con el fin de cumplir con las políticas que las agendas medioambientales globales están demandando.
Y ante esto, la regulación y las normas para el uso de los patinetes se han de reflejar en las ordenanzas municipales, que para eso han sido dotadas por ley, en cada uno de los ayuntamientos en que sea necesarios, especialmente en aquellos que ya han implantado, por ejemplo, zonas de bajas emisiones, exigidas en la ley de transición energética y cambio climático.
Ciudades como Madrid han comenzado a regular el empleo de los patinetes compartidos y recientemente la capital, a través de un concurso público, ha establecido un límite de 6.000 patinetes compartidos que se pueden reservar a través de plataformas, no de uso privado, disponibles en la ciudad, de los cuales 4.000 se pueden reservar a través de la aplicación FREENOW.