Los neumáticos de invierno pueden suponer una gran diferencia para aquellos conductores que se desenvuelven en climas fríos a través de la aplicación adecuada de las leyes de la física. Por lo tanto, la pregunta de si los neumáticos de verano son suficientes para la seguridad en carreteras gélidas, o si hay que apostar por una opción específicamente diseñada para los inviernos más helados es un tema de mucha discusión.
Aunque la respuesta no es universal para todos los casos, hay algunos aspectos y ventajas a tener en cuenta.
1¿Por qué los neumáticos de invierno están específicamente diseñados para climas fríos?
Los neumáticos de invierno están diseñados para ofrecer mejor rendimiento en temperaturas más bajas. Están diseñados para que el material utilizado retenga su flexibilidad y, por lo tanto, permita un mejor agarre en carreteras congeladas. Es importante tener en cuenta que los neumáticos de verano se endurecen en temperaturas bajas y, en consecuencia, limitan la capacidad de respuesta al volante, lo que junto con el agarre descendente, aumenta el riesgo de volcarse o que los vehículos se deslicen en carreteras congeladas.
Los neumáticos de invierno también están diseñados para adaptarse mejor a las condiciones meteorológicas. Esto incluye una mejor capacidad para evacuar la lluvia y la nieve y el uso de ranuras más profundas, a fin de mejorar el agarre.
