La libertad de la carretera, el rugido del motor y la aventura de recorrer kilómetros y paisajes desconocidos se ha convertido en el mayor anhelo de Nadia Nicolino. La farmacéutica catalana de 29 años decidió cambiar los estantes de medicamentos, con los que trabajaba a diario, para sentarse detrás del volante de un camión.
El cambio en su vida no fue privado, sino que también ha ganado fama al convertirse en una influencer camionera. Ella comparte su día a día en las redes sociales, llevando a sus seguidores a través de su singular travesía por las carreteras de España. Solamente en Instagram a superado los 12.5 millones de seguidores.
¿Cuándo Nadia Nicolino decidió convertirse en camionera?
Según contó Nadia Nicolino en la entrevista que le dio a La Vanguardia, ella siempre tuvo como pasión conducir vehículos grandes. La posibilidad de estar detrás del volante de un camión siempre fue un tema pendiente en su vida. Esto la llevo a sacar el registro necesario para poder hacerlo y cada paso terminó llevándola a lo que es hoy.
Actualmente, realiza una ruta corta que va desde el puerto de Barcelona en donde carga la mercadería y luego la va repartiendo en diferentes pueblos de los alrededores a esa zona. Justamente esto le permite alejarse un poco del gran bullicio que tiene una ciudad y le permite de disfrutar de su libertad en carretera, casi sin ninguna molestia en el medio.
¿Cómo ha vencido Nadia al machismo que hay en la profesión de camioneros?
Este sector tiene solo el 2% de conductoras mujeres y, de ellas, el 72% supera los 50 años, Nadia Nicolino destaca como una figura fresca y jovial que desafía los estereotipos de género y demostrando que el amor por la conducción no tiene límites. A pesar de los estereotipos, la ex farmaceutica dice sentirse acogida por sus compañeros camioneros. «Me tienen súper mimada», dice. Y agrega: «La mayoría son padres, abuelos, y me ven como a una más».
Sin embargo, no todo es fácil en este mundo. Nadia Nicolino aclara que no se arrepiente, pero reconoce los desafíos que enfrenta como una de las pocas mujeres en el sector. «Es un trabajo muy esclavo por el número de horas», admite. «Creo que faltan mujeres, pero también juventud en general. A estas alturas, parece que ni siquiera los hombres quieren meterse a camioneros».
Con el objetivo claro de seguir aprendiendo y creciendo en esta profesión, Nicolino continúa su viaje por las carreteras llevando consigo la pasión por la conducción de camiones y el deseo de romper barreras en un mundo tradicionalmente dominado por hombres. Habrá que ver más adelante como se adapta también al cambio eléctrico que se viene, impulsado por marcas como Pepsi, en este tipo de vehículos.
