En pleno siglo XXI, todavía hay quienes piensan que tener relaciones sexuales dentro del coche, ya sea por impulso, por falta de privacidad o simplemente por diversión, es algo anecdótico o sin mayores consecuencias. Pero la realidad legal en España es bastante clara: hacerlo en determinadas circunstancias puede costarte una multa que fácilmente alcanza los cuatro dígitos.
Lo que comienza como una aventura romántica o pasional puede terminar en una sanción económica considerable, acompañada de una buena dosis de vergüenza si te pillan en pleno acto. Las fuerzas del orden, tanto Guardia Civil como Policía Local o Nacional, tienen la capacidad de actuar si se vulneran normas de convivencia o seguridad, y no dudan en imponer multas cuando se infringen ciertas leyes. En este artículo repasamos los distintos escenarios posibles y lo que dice la legislación española al respecto.
2Cuando hay menores cerca: el delito de exhibicionismo

La situación cambia drásticamente si el acto tiene lugar en un sitio donde haya niños o personas con discapacidad que puedan presenciarlo. En ese caso, se puede aplicar el artículo 185 del Código Penal, que castiga el exhibicionismo y la provocación sexual con penas que van desde los seis meses hasta un año de prisión, o con multas económicas de 12 a 24 meses.
Este tipo de delito no depende solo del lugar, sino también de la percepción de que se ha producido una ofensa clara y deliberada a la libertad sexual de otros, especialmente si se trata de menores. Incluso si no se tenía la intención de ser visto, la simple posibilidad de que el acto haya sido presenciado por un menor es suficiente para que se activen mecanismos penales.
Por tanto, no basta con estar en un sitio apartado: es esencial garantizar que no se vulneran los derechos de otras personas. Lo que puede parecer una aventura sin malicia puede acabar en los tribunales si se interpreta como una conducta delictiva.