¿Alguna vez has dejado el coche al sol durante horas y al volver parecía una sauna? ¿Has maldecido no poder coger el volante porque estaba ardiendo? Con el verano llamando a la puerta y las cada vez más frecuentes olas de calor, el parasol se ha convertido en el salvavidas de los conductores en España. Pero mucho ojo a las multas.
Porque lo que parece una solución lógica, práctica e inocente puede ser motivo de sanción. La DGT podría penalizarte por utilizar cierto tipo de estos accesorios, incluso cuando tu único objetivo es no morir de calor al subir al coche. ¿Por qué este gesto podría salirte caro? Te lo contamos a continuación.
6El sentido común al volante

El parasol es una herramienta muy valiosa durante el verano; pero, como con todo lo relacionado con la conducción, en su uso debe aplicarse el sentido común. Este simple accesorio de protección solar puede convertirse en motivo de multa si interfiere con la seguridad vial.
La DGT no está en contra de que protejas tu coche del calor, pero sí de cualquier objeto que ponga en riesgo tu visibilidad al volante. Antes de lanzarte a instalar un parasol fijo, piensa en las posibles consecuencias. En plena ola de calor, lo último que querrás será una multa por intentar ir más fresco.