¿Alguna vez has dejado el coche al sol durante horas y al volver parecía una sauna? ¿Has maldecido no poder coger el volante porque estaba ardiendo? Con el verano llamando a la puerta y las cada vez más frecuentes olas de calor, el parasol se ha convertido en el salvavidas de los conductores en España. Pero mucho ojo a las multas.
Porque lo que parece una solución lógica, práctica e inocente puede ser motivo de sanción. La DGT podría penalizarte por utilizar cierto tipo de estos accesorios, incluso cuando tu único objetivo es no morir de calor al subir al coche. ¿Por qué este gesto podría salirte caro? Te lo contamos a continuación.
5¿Qué parasol puedes usar sin miedo a una sanción?

Por ello, la recomendación más segura es optar por parasoles tradicionales, de quita y pon, que no dejen elementos fijos en el parabrisas. Son modelos que, utilizados correctamente y retirados antes de iniciar la marcha, no suponen ningún problema legal y resultan igualmente eficaces para combatir el calor.
Los parasoles con mecanismos permanentes deben emplearse con precaución. Su comodidad puede resultar tentadora, pero existe el riesgo a una multa. Si aun así optas por este modelo, asegúrate de que no limite la visión de la carretera. En caso de duda, consulta con un profesional o evita su instalación.