¿Alguna vez has dejado el coche al sol durante horas y al volver parecía una sauna? ¿Has maldecido no poder coger el volante porque estaba ardiendo? Con el verano llamando a la puerta y las cada vez más frecuentes olas de calor, el parasol se ha convertido en el salvavidas de los conductores en España. Pero mucho ojo a las multas.
Porque lo que parece una solución lógica, práctica e inocente puede ser motivo de sanción. La DGT podría penalizarte por utilizar cierto tipo de estos accesorios, incluso cuando tu único objetivo es no morir de calor al subir al coche. ¿Por qué este gesto podría salirte caro? Te lo contamos a continuación.
3La normativa de la DGT al respecto

Según el artículo 18 del Reglamento General de Circulación, «el conductor debe mantener una visión clara y sin obstrucciones, tanto hacia delante como a los lados». Es decir, las autoridades podrían multarte por cualquier objeto que limite tu visibilidad. Por ejemplo, esos parasoles que permanecen instalados en el parabrisas incluso mientras el coche está en movimiento.
Aunque el parasol solo se extiende cuando el coche está estacionado, el bastidor que queda fijado en los laterales puede interferir en el campo de visión, sobre todo en vehículos de parabrisas reducido o con una posición de conducción elevada. Así, aunque el accesorio no esté en uso mientras conduces, su mera presencia puede bastar para que un agente de tráfico decida multar.