La Navidad es esa época del año en la que todo se llena de color y brillo. Las calles, los escaparates y los hogares lucen adornos que nos envuelven en un ambiente mágico. Pero la fiebre de la decoración no se queda en las casas; en los últimos años, ha invadido también las carreteras. Cada vez es más común ver coches «disfrazados» con cuernos de reno, narices rojas en el capó, guirnaldas luminosas e incluso árboles navideños improvisados en los techos. Sin embargo, esta tendencia festiva puede salir cara, literalmente. Lo que parece una inocente muestra de espíritu navideño puede derivar en sanciones económicas de hasta 500 euros según la normativa de tráfico española.
3Cuernos de reno y luces LED: ¿qué dice la normativa?
Los cuernos de reno, quizás el adorno más popular entre los conductores festivos, son un claro ejemplo de un accesorio potencialmente problemático. Aunque su instalación es sencilla y no requiere herramientas, su ubicación en las ventanillas puede interferir con la visión lateral del conductor, especialmente en maniobras como los giros o los cambios de carril. Además, cualquier elemento que sobresalga del vehículo podría considerarse una alteración de sus dimensiones originales.
Por otro lado, los adornos luminosos, como las guirnaldas LED, suelen ser motivo de duda. Aunque pueden dar un toque original al coche, deben cumplir con las normativas de iluminación del vehículo. Las luces no homologadas pueden confundir a otros conductores, especialmente en condiciones de poca visibilidad, y su uso en vehículos en marcha está prohibido.
