En los últimos años, los patinetes eléctricos han cambiado la forma en que muchas personas se mueven por las ciudades españolas. Este auge ha sido especialmente notable entre los adolescentes, quienes ven en los patinetes eléctricos una forma cómoda y rápida de desplazarse. Sin embargo, la creciente popularidad de estos vehículos ha hecho que la Dirección General de Tráfico (DGT) imponga una normativa estricta, especialmente en lo que respecta a la edad mínima requerida para conducirlos.
2Las sanciones recaen en los padres

Una de las particularidades de esta normativa es que, si un menor de edad comete una infracción con un patinete eléctrico, serán los padres o tutores legales quienes deban hacerse cargo de la multa económica. Esto incluye infracciones como el uso de auriculares o la falta de casco, entre otras. La DGT ha establecido esta responsabilidad para reforzar el control sobre el uso de los patinetes por parte de los menores y asegurar que los padres sean conscientes de las obligaciones que conlleva permitir a sus hijos utilizar este medio de transporte.
Además, es importante que los padres eduquen a sus hijos sobre las normas de seguridad vial para evitar no solo sanciones económicas, sino también accidentes que pongan en riesgo su seguridad y la de los demás. Si un adolescente menor de 16 años es sorprendido conduciendo un patinete eléctrico, la multa podría ascender a 200 euros, lo que se convierte en un recordatorio tanto para padres como para hijos sobre la importancia de respetar las normas de tránsito.