Las motocicletas apenas representan el 19% del total de los vehículos que circulan en nuestro país y solo el 3% de los desplazamientos, pero están implicadas en el 27% de los siniestros de tráfico. Es decir, una de cada cuatro personas fallecidas en nuestro país viajaba en moto.
Una estadística que sigue invariable desde hace tiempo. En 2024 se registraron 5.158 siniestros con víctimas con al menos un usuario de motocicleta implicado, en los cuales 286 motociclistas resultaron fallecidos, 1.448 tuvieron que ser hospitalizados y 3.964 resultaron heridos no hospitalizados.
Si buscamos datos un poco más cercanos, el pasado fin de semana, de las diez víctimas mortales que se produjeron en siniestros de tráfico, la mitad viajaban en motocicleta. Esto hace que la cifra de motoristas fallecidos supere este año las 100 personas. Todo ello, coincidiendo con el Día Nacional de la Motocicleta, que celebraba el pasado 8 de junio su décimo aniversario. Este «día» fue instituido por la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados en 2015 con el objetivo de fomentar buenas prácticas de conducción en motocicleta, así como normativas que favorezcan su uso, además de poner en valor las reivindicaciones de los motoristas.
Las carreteras secundarias, las más peligrosas para la motocicleta
Debido a su alta siniestralidad, las motos son el colectivo que más preocupa a la Dirección General de Tráfico; de hecho la DGT tiene en marcha actualmente una campaña de vigilancia de los vehículos de dos ruedas que se prolongará hasta el próximo mes de octubre y en la que vigilará especialmente el cumplimiento de las normas por parte de los motoristas.
La mayoría de las infracciones cometidas por los usuarios de este tipo de vehículos se deben sobre todo a adelantamientos antirreglamentarios, excesos de velocidad, consumo de alcohol y drogas o al hecho de viajar sin utilizar casco, por lo que la DGT ha dado orden a la Agrupación de Tráfico para que vigile especialmente estas conductas catalogadas como muy peligrosas.
Por lo que se refiere a los siniestros en los que se ven implicados motoristas, la mayoría ocurren en carreteras secundarias, donde pierden la vida 2 de cada 3 usuarios de vehículos de dos ruedas, y la mitad de ellos tienen lugar en fines de semana. Además, 3 de cada 4 siniestros mortales se producen motos de gran cilindrada (más de 500 cc), y en la mitad de los casos, las motos tenían más de 10 años de antigüedad.
También la experiencia del conductor es un factor a tener en cuenta: la mitad de los motoristas fallecidos llevaba más de 10 años con el carné. El perfil del fallecido es el de un varón de entre 25 y 64 años, aunque los fines de semana también se registran fallecidos de menor edad.
Por último, en cuanto al tipo de siniestro, en la mitad de los casos la causa es una salida de vía, y 1 de cada 4 fallecimientos se produce por un choque frontal.
Un grupo de trabajo específico de motos
Además de una mayor vigilancia en la carretea, la DGT también trabaja sobre el papel para intentar reducir la siniestralidad de este colectivo. En 2007 creó un grupo de trabajo específico de motos (GT-52) dentro del marco del Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial y Movilidad Sostenible. Este grupo está formado por administración, asociaciones y patronal, que proponen, estudian y debaten medidas que ayuden a reducir los siniestros viales del colectivo.
Precisamente, la implicación por la seguridad vial de los motoristas ha sido reconocida recientemente por el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien impuso la medalla al mérito de la seguridad vial a la Asociación Nacional de Motoristas y a la Plataforma Motera para la Seguridad Vial, dos entidades civiles que promueven el uso seguro de las motos, la educación vial como valor fundamental para la convivencia, la lucha por los derechos de los usuarios de vehículos de dos ruedas, impulsan regulaciones más justas y trabajan con las autoridades para mejorar las infraestructuras viarias.
