Por mucho que nos lo cuelen «hasta en la sopa», el salto al coche eléctrico no es viable para todo el mundo. Ni mucho menos. Los precios son muy elevados, las ayudas del Plan Moves llegan tarde y hay que declararlas, y además hay que contar con la infraestructura de recarga o la posibilidad de instalar un enchufe en casa, que también habrá que pagar.
Al final, si tenemos en cuenta todo, la suma acaba siendo muy superior al presupuesto del bolsillo medio de los conductores, lo que nos conducirá a un mundo cada vez más desigual. Los ricos serán afortunados por poder permitirse dar el salto, pero la mayoría de mortales ni podrá oler su nuevo eléctrico. Parece que, a menos que pasen años y años y se democraticen los precios, este escollo puede ser insalvable… ¿o no?
1El eléctrico chino puede salvarnos de ese escenario
Pero cómo no, para abaratarnos la vida siempre está la vía oriental. Y es que la industria china es una opción que ha sido considerada siempre como la versión barata de los coches eléctricos. Sus modelos, según las declaraciones del jefe del grupo Forvia, Patrick Koller, pueden llegar a ser hasta 10.000 euros más baratos que los VE europeos. No está nada mal, ¿no?
También es cierto que esto que estamos comentando tiene algo de trampa, puesto que muchos de estos coches chinos baratos que parecen conquistar el mercado europeo por sus precios contenidos no son coches, sino más bien cuadriciclos como el popular y ocurrente Citroën Ami. Es decir, son sensiblemente más baratos que los turismos.