No debe ser fácil cambiar un modelo que funciona tan bien. Y en Mini probablemente no se atrevan a realizar cambios radicales en su modelo estrella. Por eso, el Cooper S que ahora hemos descubierto en versión de cinco puertas, casi no hay cambios; por lo menos a simple vista. Lo más llamativo está en las luces, sobre todo en las traseras, que parece que contarán con el diseño Unión Jack visto en el concept Mini JCW GP. Pero más allá de eso no se aprecian cambios en la carrocería.
Donde sí parece que habrá novedades será en el apartado mecánico, con motores y transmisiones actualizadas que se irán incorporando al resto de modelos de la gama Mini. Por ejemplo, parece que habrá un sistema revisado del turbocompresor, alojándose en la misma culata junto al colector de escape. Además, la carcasa del turbo será de aluminio en los motores de tres cilindros y de acero en los de cuatro cilindros. Y puede que haya cambios automáticos de doble embrague aprovechando la actualización del compacto inglés.
Nuevos colores y más personalización
También se espera que pese a que no haya grandes cambios en el estilo sí se puedan aumentar las posibilidades de personalización. Podría estrenar dos o tres nuevos colores además de nuevos diseños de llantas en toda la gama. Y en el interior se ofrecerán nuevas opciones para la tapicería de los asientos, combinando cuero y tela.
Cambios ligeros para que el Mini Cooper S siga siendo uno de los modelos más deseados entre los compactos premium. Posiblemente los veamos en el próximo Salón de Ginebra.
