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Mercedes Benz G 63 AMG 6×6. Bestial

La lista de potenciales interesados en el último 'juguetito'  de la marca germana es interminable: jeques árabes, oligarcas rusos, millonarios chinos, terratenientes americanos… Bastará con ser muy rico y querer contar con el todoterreno más brutal del momento para que el G 63 AMG 6×6 nos cuadre. Es, sin duda, el todoterreno más brutal de los 35 años de vida de los Mercedes Clase G.

Porque no hablamos de un 'concept car', sino de un vehículo que funciona y que ha sido concebido como el arma definitiva para afrontar desiertos, vadear ríos, trepar por pedregales o, simplemente, viajar a pleno confort por carretera. Mercedes-Benz lo define como ''Clase S por dentro y 'macho' por fuera'', toda una declaración de intenciones.

La máquina 'off road' definitiva

Lo de 'macho' se vincula a su aparatosa carrocería 'pick-up' de 3.850 kilos y 5,87 metros de longitud, sus 2,3 metros de altura y 2,1 de anchura, sus tres ejes equipados con neumáticos de 94 centímetros de diámetro o su enorme distancia entre ejes: 420 centímetros del primero al último, correspondiendo 110 de ellos a la separación entre los dos ejes traseros. Y no estamos ante un mero ejercicio de estilo, sino ante la máquina 'off road' definitiva. De ahí su impresionante altura libre al suelo -46 centímetros, en lugar de los 21 del Clase G convencional- o la detallada puesta a punto de su chasis, que comparte más detalles técnicos con el G normal de lo que podría pensarse pero recurre en el eje delantero a los amortiguadores de la versión blindada.

El eje central opta por amortiguadores también firmes, mientras que el último usa unos más suaves. Y los neumáticos, dotados de un sistema que permite rodar por dunas con una presión de sólo 0,5 bares sin riesgo de que entre arena entre la llanta y la goma, pueden inflarse o desinflarse en marcha desde unos botones del salpicadero.

Cinco diferenciales bloqueables

El panorama se completa con la presencia de cinco diferenciales bloqueables al cien por cien: los ubicados entre cada eje -dos- y los de cada eje -tres-. Pero gestionar sus posibilidades en momentos de tracción complicada es más sencillo de lo que parece, porque se ha creado una nueva 'lógica de bloqueos' con tres programas diferentes, seleccionables desde la consola. Bajo condiciones normales de adherencia, el reparto del par es 30-40-30, pero puede variarse a voluntad, hasta el punto de que un solo eje transmita al suelo toda la fuerza de la mecánica.

Unas cuantas cifras nos ponen sobre aviso de lo que, si tuviéramos dinero suficiente -cuesta más de 360.000 euros- nos podemos encontrar. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 7,9 segundos, alcanza 160 km/h y su consumo mixto es de 19,6 litros cada 100 kilómetros. Con ese gasto no es de extrañar que monte el tanque normal de gasolina, de 96 litros, más un depósito auxiliar de 63 litros. Y con 159 litros para gastar, las salidas al desierto parecen más tranquilizadoras. Ah… Y para poder conducirlo hará falta carné de camión.

Motor de 544 CV y cambio de 7 velocidades

El conjunto motor/cambio, también ambicioso, está al nivel del conjunto, pues se mantiene el V8 Biturbo de 544 CV y 77,6 mkg del G 63 AMG, unido al cambio automático SpeedShift Plus 7G-Tronic, puesto a punto, como el propulsor, por los ingenieros de AMG y dotado de caja de reductoras. 

En cuanto al equipamiento, la zona de carga va revestida con madera de bambú, mientras que el interior tira de lo más exclusivo en el muestrario de la casa germana, como piel 'designo', acabados en fibra de carbono o pilares y techo cubiertos de Alcantara. Además, dos pantallas TFT para las plazas traseras, cuatro butacas climatizadas y con ajuste eléctrico… ¡Que no falte de nada!