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McLaren 675LT Spider. El ejemplar más caro del mundo

Cuando tenemos un rato libre y entramos en el configurador de cualquier marca de automóviles, muchas veces se nos va la mano incorporando opciones de todo tipo que rápidamente incrementan exponencialmente el precio final del vehículo. Pero ese incremento económico a base de extras puede ser astronómico si nos decantamos por un vehículo tan exclusivo como puede ser el McLaren 675LT Spider que tienes ante tus ojos.

100 horas en configurarlo

Hace prácticamente un año que un acaudalado cliente de Beverly Hills entró en el exclusivo concesionario que los chicos de McLaren tienen allí para encargar un McLaren 675LT Spider. Pero no podía ser una unidad «del montón», y menos cuando tienes efectivo, además de un McLaren P1 en tu garaje. En ese mismo instante entraron en juego los especialistas en personalización de la firma británica, los chicos de McLaren Special Operations, que durante más de 100 horas trabajaron codo con codo con el cliente para desarrollar esta criatura, además de que el cliente ha tenido que hacer tres viajes a la sede de Woking para comprobar insitu el proceso de fabricación.

Este McLaren 675LT Spider que tienes ante tus ojos tiene el privilegio de ser el ejemplar más caro del mundo, pues han pagado nada menos que 820.000 dólares por él (más de 777.000 euros). Para comenzar toma como punto de partida la edición especial Carbon Series, de los que sólo fabricaron 25 ejemplares, de los cuales sólo tres de ellos cuentan con partes de su carrocería de fibra de carbono a la vista. Y como habrás imaginado este es uno de esos tres. Además, su exterior está decorado con elementos dorados, como las franjas de su carrocería o las llantas. Precisamente estas tienen los elementos más particulares de esta creación, pues los contrapesos que sirven para equilibrarla están fabricados en oro. Además el emblema de McLaren de su frontal es una pieza de oro de un milímetro de espesor incrustada bajo el barniz de su carrocería.

Aquí no finaliza la cosa, porque su propulsor 3.8 V8 Biturbo cuenta con un escudo para proteger el exterior del calor que se fabrica también en oro, un claro guiño a su antepasado, el McLaren F1. También su deportivo interior se decora con este preciado material, pues los mandos de la climatización o los embellecedores de las salidas de ventilación se han chapado en oro.