La historia de Suzuki está repleta de colaboraciones con otros fabricantes, tanto europeos como japoneses. Sin ir más lejos, hoy día está vigente el acuerdo con Toyota, a través del cual ya existen dos modelos a la venta (Toyota RAV4 PHEV/Suzuki Across y Toyota Corolla TS/Suzuki Swace) y otro que llegará en breve y que dará lugar a su primer modelo 100 % eléctrico: el Vitara e, mellizo del Toyota Urban Cruiser.
Si nos remontamos a principios de siglo, también fue conocida su alianza con General Motors, a través de la cual Opel lanzó el Agila, basado en el Suzuki Wagon R, del cual incluso hubo dos generaciones. Y si nos remontamos a los años 90, nos encontramos con colaboraciones menos conocidas, pues no estaban destinadas a Europa.
Porque desarrollar un vehículo nuevo tiene unos costes muy elevados, lo que lleva a muchos fabricantes a buscar alianzas para que estos se repartan, ya sea con marcas con las que tienen lazos de algún tipo o incluso con rivales directos. No viene a la mente el Honda Crossroad, que no era más que un Land Rover Discovery de primera generación con el logotipo de la marca japonesa, que no tenía presencia en el mundo del 4×4.
Pues sin salir del mundo del 4×4 tenemos otra de esas colaboraciones bastante desconocidas en Europa, a pesar de que se extendió durante tres lustros. Entre 1998 y 2013, algunos de los Suzuki Jimny que salían de la cadena de montaje para el mercado japonés llevaban el logotipo de Mazda, dando lugar la Mazda AZ-Offroad.

El Mazda AZ-Offroad era un Suzuki Jimny convertido a ‘kei car’
El Mazda AZ-Offroad se basó en el Jimny de tercera generación, específicamente en la versión diseñada para cumplir con la normativa japonesa ‘kei car’. Para ello, el motor atmosférico de cuatro cilindros y 1.3 litros empleado en los modelos para Europa, por ejemplo, era reemplazado por un tricilíndrico turboalimentado de 660 centímetros cúbicos que generaba la potencia máxima permitida por la normativa (63 CV). Se podía escoger entre caja de cambios manual o automática.
Dicha normativa también limitaba las dimensiones exteriores, por lo que el Mazda AZ-Offroad tenía pasos de rueda más estrechos y paragolpes menos prominentes. Dichos cambios no eran exclusivos para el Mazda AZ-Offroad, sino que también se aplicaban en el Suzuki Jimny con especificaciones kei car.

Respecto al nombre, no está puesto al azar en absoluto. AZ es la abreviatura de Autozam, concebida como una submarca de Mazda. Fue creada en 1989 de manera exclusiva para el mercado japonés, pues el objetivo único era la fabricación de kei cars. Hubo uno que trascendió más allá de las fronteras del país del sol naciente, al menos de manera virtual, pues su concepto era de lo más original y fueron muchos los que intentaron (e incluso consiguieron) traer unidades a Europa. Fue el AZ-1, un deportivo equipado con puertas de ala de gaviota,
No menos curioso es que Autozam ‘plagió’ modelos de la propia Mazda; es el caso del MX-3, un coupé de pequeño tamaño que llegó a venderse en España, y conocido por montar el que fue, por entonces, el motor V6 producido para la calle con menor cilindrada del mundo (sólo 1.8 litros) que se convirtió en el AZ-3.
La aventura, no obstante, no duro demasiado. Para finales de siglo la marca japonesa la crisis se llevó por delante tanto Autozam como Eunos y ɛ̃fini, otras dos submarcas fundadas en la misma época. Muchos de los pequeños concesionarios de Autozam desaparecieron gradualmente y Mazda dejó de usar la marca AZ en sus coches nuevos, aunque el AZ-Offroad se mantuvo vigente hasta 2014.
Sin duda, un curioso vehículo que bien podría haber triunfado fuera de Japón donde, por cierto, existen a la venta un elevado número de unidades.