Era abril de 2023 cuando se daba a conocer la que se ha convertido en la matrícula más cara del mundo. Concretamente esta placa de Dubai fue vendida por la escalofriante cifra de 55 millones de dírhams de Emiratos Árabes. Pero esa cuantía la puedes traducir como en 13,9 millones de euros, 14,9 millones de dólares, 11,9 millones de libras… Y ahora ha salido a la calle.
Teniendo en cuenta su procedencia y el precio pagado por esta matrícula, estaba claro que no la iba a lucir un utilitario del montón. Pero tampoco nos imaginábamos que adornara el Rolls-Royce Cullinan más atrevido que jamás hayamos visto. Y que como no podía ser de otra manera, está firmado por el especialista Mansory.
La matrícula cuesta 10 veces más que el coche
Estos han desarrollado un Rolls-Royce Cullinan que es único en el mundo. No en vano su propietario ha decidido que fuera personalizado por la ‘Linea D’Oro’ de la compañía. Y estos han creado una base irrepetible para lucir la matrícula más cara del mundo, comenzando por una carrocería que está acabada en dos colores. Como ya has podido ver, la parte delantera apuesta por un brillante color turquesa, que se funde con un perfecto degradado hacia el color negro mate que presenta su zaga.
Más allá de este trabajo de pintura, este Rolls-Royce Cullinan también luce un sinfín de componentes que los chicos de Mansory han confeccionado en fibra de carbono forjado. De este material han creado su capó delantero, el difusor trasero, el alerón posterior… Y para más inri, muchas de estas piezas se adornan con detalles en dorado, tono que guarda una estrecha relación con la ciudad de procedencia de esta matrícula.
Este Cullinan ha sido debidamente personalizado por Mansory
Además, este Rolls-Royce Cullinan se asienta sobre unas enormes llantas en color negro brillante, así como presenta el inconfundible emblema del ‘espíritu del éxtasis’ acabado en color turquesa para no romper con la línea de este SUV.
Precisamente el color turquesa también ha sido el elegido para teñir el cuero con el que se ha vestido gran parte del interior de este Rolls-Royce Cullinan, que por muy caro que sea, seguro que no vale una décima parte de lo que se pagó por la matrícula que hay sus paragolpes.