comscore
sábado, 13 septiembre 2025

La manera correcta de usar el cambio automático de tu coche

Muchas veces, o casi siempre, la mejor forma de aprender es analizar los errores, para no volverlos a cometer. La experiencia es la madre de la ciencia, dicen. Pero tratándose de elementos mecánicos y/o eléctricos, quizás sea mejor que te asesores, uses manuales de instrucciones y sigas unos primeros consejos, de quien ya tiene la experiencia adquirida. Un mal uso de los sistemas instalados en tu coche puede ocasionarte quebraderos de cabeza y de bolsillo. La manera correcta de usar el cambio automático de tu coche, puede librarte de una pesadilla absurda.

1
Del cambio manual al automático

Cambio

¿Cambio manual o automático ? Si no tienes clara tu opción, para tomar una decisión correcta siempre es bueno conocer, los orígenes, su funcionamiento y prestaciones.

La dificultad para transmitir fuerzas motrices, no es una cuestión moderna. Ya en Florencia y durante el siglo XV, se inventó un cambio de velocidades compuesto por dos piezas (una cilíndrica y otra cónica) que usaban engranajes para transmitir motricidad. Si, y no lo dudes, fue Leonardo Da Vinci. Sin embargo, hasta 1903, no aparece el primer cambio automático, diseñado por el francés Louis Bonneville.

Publicidad

Su generalización no llegó hasta la década de los 40, y lo hizo de la mano de los constructores estadounidenses (Ford, General Motors) pioneros en ofrecer comodidad (aire acondicionado, dirección asistida) a bordo de un coche.

Aquellos primeros dispositivos podían presumir de bien poco: contaban con sólo tres marchas, eran caros de comprar y de reparar y limitaban las prestaciones, al margen de incrementar el gasto.

El panorama empieza a cambiar en los 80 y, sobre todo, en los 90. El desarrollo de la electrónica hace que aparezcan evoluciones que prescinden del embrague, otras que combinan uso automático y manual secuencial, las que son inteligentes (adaptándose a la carretera y a la forma de conducir), las de variación continua, las que se pueden accionar directamente desde el volante y las que cuentan con hasta seis velocidades. Unas innovaciones que, curiosamente, también tienen paternidad europea.

En la actualidad, los coches automáticos gastan apenas un 5% más de combustible y, en las versiones más desarrolladas, pasan de marcha con más rapidez que un conductor experimentado e incluso corrigen sus defecto.

Espalda
Publicidad