Los objetos sueltos, los paquetes que no se aseguran y que se llevan de forma inadecuada en el habitáculo destinado a las personas, acaban siendo en muchos casos verdaderos proyectiles peligrosos ante situaciones de emergencia en las que nos vemos obligados a detener la marcha de forma brusca cuando vamos conduciendo.
En una época en la que es especialmente habitual realizar viajes largos en coche, es imprescindible que tomes nota de cualquier consejo de seguridad.
1Una cuestión de física elemental
La velocidad, ¿es la responsable de todo esto?. Muchas veces por la prisas y el estrés no somos conscientes de que si el coche viaja a 80 kms/h, nuestro cuerpo viaja a esa velocidad, y los objetos que llevamos en el también. De tal guisa, si uno de estos o varios objetos no están debidamente amarrados, cuando frenamos, la inercia aplicara la fuerza de desplazamiento sobre ellos, que se precipitaran sobre los pasajeros con la fuerza y velocidad adquirida provocando accidentes y lesiones.
En caso de accidente circulando a una velocidad de 60 km/h, una bolsa o una maleta de 10 kg alojada en el asiento trasero del coche, saldría despedida por la inercia con el equivalente a una masa 56 veces superior a la que tendría en reposo. En este ejemplo, la bolsa de 10 kg se convertiría en un proyectil de 560 kg. Es decir, impactaría con una energía similar a la de un toro. Por este mismo principio, un teléfono móvil a 50 km/h pasa de 110 gramos a 3,9 kg, y a 12,5 kg si se circula a 90 km/h.
