comscore

Kia Trailster. El Soul aventurero

Kia acaba de presentar en el Salón de Chicago una nueva variante del Soul, la versión todocamino. Se trata de un modelo denominado Trailster pensado para la ciudad pero que no renuncia a poder salir fuera de carretera a vivir aventuras. Para ello, además de contar con una estética más campera, incorpora un sistema eléctrico de tracción que le permitirá afrontar tramos de nieve, barro o simplemente circular por caminos. Eso unido a una altura 6 centímetros mayor que un Soul normal y a unos neumáticos de nieve Pirelli Winter Carving 245/45-19 hacen que el Soul no tenga problemas en salir de carretera.

Desde el punto de vista estético, llama la atención el aspecto robusto, típico del Soul, aderezado con elementos como el techo de lona plegable, las protecciones de los bajos rematadas en aluminio, así como el color utilizado, que mezcla los tonos blancos de la carrocería con el tono bronce del techo para demostrar sus intenciones de mezclar los recorridos en nieve y tierra. Esta diseñado por el estudio que Kia tiene en California, en el que se han creado otros concept, de marcado acento divertido, como el Trackster o el GT4 Stinger. Y por eso el Trailster está pensado para el ocio.

Techo de lona plegable

En la parte superior, el Trailster cuenta con un techo completo de lona impermeable y plegable, que permite a los ocupantes disfrutar más del entorno. Esa capota, además, permite bajar el centro de gravedad del coche con lo que se mejora la aerodinámica. También cuenta con unos railes de techo integrados, con barras transversales de aluminio, para poder cargar bicicletas de montaña o tablas de snowboard.

Destaca en el exterior el sistema de iluminación, para el que se utiliza la tecnología LED tanto delante como detrás. Atrás llama la atención las luces insertadas dentro de unas carcasas para reforzarlas y protegerlas. Además, en la trasera son muy llamativas las protecciones de bajos de aluminio en todo su contorno, lo que proporciona una defensa contra rocas y hielo.

En el interior, se combinan tonos marrones y molduras de aluminio. Un habitáculo inspirado en el equipamiento de los deportes de nieve, como botas o cascos de snowboard. Los asientos en cuero tienen un acolchado en relieve y las alfombrillas tienen incrustaciones de aluminio. Destaca en la consola la palanca de cambios, los controles de tracción total y el botón de encendido. 

Mecánica híbrida

En cuanto a la parte mecánica, el motor de combustión que utilizará es un propulsor turbo de cuatro cilindros 1,6 litros de cilindrada, 185 caballos de potencia y 25,6 mkg de par. Cuenta con un cambio automático de seis velocidades y un sistema eléctrico de tracción total en el eje trasero, previsto para propulsión a baja velocidad. Este dispositivo mejora  la tracción cuando hay mal tiempo o en situaciones fuera de carretera y disminuye el retraso en la respuesta del turbo porque proporciona par de forma instantánea. Funciona sólo cuando es necesario y sirve como dispositivo recuperador de energía, con lo cual mejora el consumo respecto a los sistemas de tracción tradicionales. 

Con esta configuración, el Trailster puede considerarse un vehículo híbrido, pues cuenta con dos fuentes de potencia, un motor de combustión para las ruedas delanteras y el sistema eléctrico en las ruedas traseras. Si este sistema llegara a implantarse el ahorro que podría producir respecto a un Soul con motor atmosférico de 2 litros de cilindrada sería de entre un 25 y un 30 por ciento en ciudad y entre un 5 y un 10 por ciento en autopista.

Potencia conjunta de 220 caballos

El sistema eléctrico almacena la energía en una  batería de iones de litio y polímero de 1,2 kWh que alimenta a un motor eléctrico síncrono de corriente alterna que proporciona 35 CV de potencia y 13,9 mkg de par a la ruedas traseras. La potencia total combinada asciende a 220 caballos y 39,3 mkg de par máximo. Además, para mejorar el gasto, tiene un motor de arranque-generado híbrido (Hybrid Starter Generator, HSG), que enciende y apaga el motor cuando es necesario (y recarga la batería de alto voltaje) y un compresor eléctrico del aire acondicionado, que puede funcionar cuando el motor está apagado. 

El sistema de tracción trasera eléctrica se conecta en cualquiera de estas situaciones: en una aceleración suave, es capaz de funcionar sólo con el motor eléctrico con una autonomía entre 3 y 5 kilómetros.  En conducción normal, el motor eléctrico complementa al de combustión al acelerar para conseguir más par y potencia. Y fuera de carretera o sobre suelo mojado, entra en funcionamiento si se detecta un deslizamiento excesivo en las ruedas delanteras. También actúa para aprovechar la energía cinética y recargar la batería en retención o frenada.