Al otro lado del océano la compañía coreana Kia acaba de llamar a revisión a nada menos que a 79.812 unidades del Kia Sorento por un problema que se ha detectado en las unidades equipadas con un motor de gasolina en concreto. Y es que la ausencia de un sensor específico de detonación podría provocar un riesgo de incendio, de manera que poco ha importado a la casa coreana revisar automóviles que fueron puestos a la venta en el año 2011.
En realidad este problema detectado en los Kia Sorento también afecta a otros modelos de los fabricantes Hyundai y Kia equipados con este motor de gasolina y fabricados entre los años 2011 y 2016. No en vano todos esos automóviles han sido investigados por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos, la conocida NHTSA. Todo ello tras detectar diferentes incendios de vehículos de forma espontánea y sin haber estado involucrados en accidentes de tráfico.
Para los Kia Sorento equipados con el motor 2.4 MPI
En documentos publicados por la propia NHTSA, Kia afirmó que, después de una solicitud de información en el año 2022, determinó que no había ninguna tendencia de defectos de seguridad que justificara un retiro del mercado. Sin embargo, este año ha tenido que dar marcha atrás, puesto que el regulador aconsejó a la compañía coreana que iniciara un retiro del mercado para los Kia Sorento comercializados en el año 2011 y equipados con el conocido motor 2.4 MPI Theta II, un bloque con inyección multipunto. Y Kia aceptó.
Según apunta la propia NHTSA, tienen conocimiento de un total de 161 incendios ocurridos en vehículos equipados con este motor en concreto, los cuales se han llegado a saldar con quemaduras en sus ocupantes y con personas heridas. Por su parte la compañía coreana asegura que no se ha encontrado defecto de diseño ni error de fabricación en estos motores usados en sus Kia Sorento, pero admite que está llamando a revisión a esos vehículos para «mitigar un riesgo de incendio irrazonable debido a posibles daños al motor».
Sin coste alguno para el cliente y con extra de garantía
El documento emitido por la NHTSA afirma que existen diferentes razones para esa campaña de revisión, de manera que a partir del próximo 9 de febrero, los propietarios de uno de estos Kia Sorento afectados van a recibir un escrito para llevar sus vehículos a un concesionario oficial cercano. Allí se analizará el vehículo y se va a instalar un sensor de detonación sin coste alguno para el propietario. Además en el caso que sea necesario, la compañía coreana va a reemplazar por completo el propulsor y con ello se elimina de forma drástica el riesgo de un posible fallo mecánico.
Más importante aún es que tras instalar este sensor en el motor de estos Kia Sorento, la compañía coreana ofrecerá de forma inmediata una garantía extendida de 15 años o 150.000 millas (240.000 kilómetros), lo que antes ocurra. Y lo que se traduce en toda una garantía para sus clientes, aún con vehículos con más de 10 años a sus espaldas.
