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jueves, 11 septiembre 2025

El trabajador de una ITV responde a la pregunta que todos hacen a la hora de llevar su coche

Al llevar un vehículo a la ITV, una de las preguntas más comunes entre los conductores es si su coche podría sufrir daños durante las pruebas. Este temor, aunque comprensible, es infundado según los expertos y trabajadores de la Inspección Técnica de Vehículos. En una reciente publicación en Instagram, se mostró una de las pruebas que se realizan a los automóviles y se explicó en detalle por qué estas pruebas no representan un riesgo significativo para la integridad del vehículo.

Una de las pruebas que más preocupa a los conductores es la realizada en las placas del foso. Durante esta prueba, el coche experimenta un movimiento excesivo que puede parecer agresivo. Sin embargo, según los propios empleados, el vehículo no sufre ningún daño. «No se le aplica ni un 2% o 5% de la fuerza que puede tener un coche en una circulación normal, ya sea cuando estamos acelerando, frenando abruptamente o tomando una curva en alguna rotonda», explican.

Así son las pruebas de la ITV por dentro

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Las pruebas en la ITV están diseñadas para identificar posibles problemas mecánicos que podrían comprometer la seguridad del vehículo. Estas verificaciones incluyen la revisión de rótulas, desperfectos, y piezas sueltas o mal ajustadas. El objetivo es asegurarse de que el coche esté en condiciones óptimas para circular sin representar un peligro para el conductor ni para los demás usuarios de la vía.

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Los coches están diseñados y fabricados para soportar una gran cantidad de estrés y tensiones durante su uso diario. Las exigencias a la que se someten los automóviles se realizan dentro de los límites de resistencia de los materiales del vehículo. Esto significa que, a menos que el coche ya tenga un problema mecánico grave, no hay ninguna posibilidad de que se rompa durante estas pruebas. «Para que pase algo, el coche ya tiene que venir muy roto«, enfatiza el técnico.

Tranquilidad para los conductores

Tranquilidad para los conductores

Es importante que los conductores comprendan que la ITV no tiene la intención de dañar sus vehículos. Por el contrario, su propósito es garantizar la seguridad en las carreteras al identificar y corregir posibles fallos antes de que se conviertan en problemas graves. La idea es proporcionar tranquilidad a los conductores, asegurándoles que su vehículo está en buenas condiciones para circular.

El temor a que el coche se rompa durante este examen es un mito que debe ser desmentido. La realidad es que las pruebas están diseñadas cuidadosamente para ser seguras y efectivas. Los trabajadores están capacitados para manejar cada vehículo con el máximo cuidado y profesionalismo. Además, la tecnología utilizada en España están constantemente mejorando para garantizar la seguridad y precisión en los resultados.

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