Si eres propietario de un diésel y vas a pasar la ITV, es casi seguro que el inspector te pedirá que aceleres a fondo. Huelga decir que muchos conductores se llevan las manos a la cabeza ante la orden y, ya de paso, no les hace ninguna gracia: “¿pero esto no va a estropear el motor?”, se preguntan.
La realidad es que no solo no lo rompe, sino que esa maniobra es esencial para medir correctamente la opacidad de los humos y garantizar que el sistema anticontaminación funciona bien. ¿A que no te lo esperabas? Pues a lo largo de las próximas líneas te contamos mucho más al respecto.
2¿Corre riesgo de romperse el motor con esa prueba?

La respuesta corta es no. Se trata de hacer funcionar el motor en un rango que ya está diseñado para soportar; no es un régimen peligroso si el motor está caliente y en buen estado. El propio Miguel Tineo, autor del texto de referencia, asegura que el esfuerzo requerido durante la prueba es menor que el que ya hemos sometido al motor al subir una cuesta con fuerza.
Además, los motores modernos incluyen el llamado “corte de inyección” al superar su régimen límite, protegiendo así aún más el motor. En consecuencia, no hay riesgo de dañar el motor al acelerar a fondo en estas pruebas.