Si eres propietario de un diésel y vas a pasar la ITV, es casi seguro que el inspector te pedirá que aceleres a fondo. Huelga decir que muchos conductores se llevan las manos a la cabeza ante la orden y, ya de paso, no les hace ninguna gracia: “¿pero esto no va a estropear el motor?”, se preguntan.
La realidad es que no solo no lo rompe, sino que esa maniobra es esencial para medir correctamente la opacidad de los humos y garantizar que el sistema anticontaminación funciona bien. ¿A que no te lo esperabas? Pues a lo largo de las próximas líneas te contamos mucho más al respecto.
1¿Por qué se acelera al máximo en la prueba de emisiones?

Durante la ITV, se realiza una prueba con el opacímetro: un dispositivo que analiza la opacidad del escape para cuantificar partículas sólidas en los humos— esas nubes negras características de los diésel antiguos. La prueba requiere que acelere el motor desde el ralentí hasta el corte de inyección, es decir, hasta su régimen máximo. ¿Por qué? Porque en esas condiciones es cuando se emiten más partículas. Si el coche pasa esa fase, significa que el sistema anticontaminación está funcionando correctamente.
Este procedimiento está avalado por instrucciones oficiales. El manual de ITV establece que en cada ciclo el mecánico debe pisar el acelerador “a fondo con rapidez y continuidad” para obtener el máximo caudal de humo en régimen máximo.