Los malos hábitos al conducir son la causa de muchas averías, que en principio no observamos ni advertimos, dado que consideramos que lo estamos haciendo bien.
En este sentido, la mala conducción, si se suma a una falta de mantenimiento y a la edad del coche, la rifa para ir al taller ya tiene numero y puede ser que no te des ni cuenta.
Repasaremos hoy una lista de malas costumbres al volante, que van deteriorando paulatinamente su buen estado y terminan por llevarlo a la reparación, con el consiguiente extorno económico.
1Cada conductor es un mundo, y cada coche también.
Algunos estudios psicológicos se atreven a decir, que de la forma de conducir se puede adivinar la personalidad del conductor, y no pocos inciden, en que la forma en que cuidamos el coche dice mucho mas.
Así que no cabe duda de que la actitud, incluyendo los hábitos acostumbrados, definen y afectan al resultado. Y esto es tan diverso, como lo es la personalidad y el coche, de manera que un coche desordenado y sucio con una conducción temeraria, podría indicar una personalidad demasiado polarizada, el vehículo limpio y mantenido mientras que se conduce sosegadamente puede aludir a la tranquilidad y serenidad del conductor.
Pero en esto, algo tendrán que decir las apariencias, y ya sabemos que no todo lo que reluce, es oro.
