La Guardia Civil, en sus controles rutinarios y campañas especiales, detecta una y otra vez los mismos errores al colocar los sistemas de retención infantil en el coche. Fallos que parecen poco importantes, pero que en caso de accidente pueden marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.
Si crees que lo haces bien, sigue leyendo y descubre esos pequeños despistes que es muy probable que hayas cometido alguna vez.
1El error más común de todos según la Guardia Civil
La mayoría de los fallos que se encuentran no están en la sillita en sí, sino en la manera en la que la instalamos. No basta con sentar al niño, abrochar y tirar. La instalación es la base de la seguridad.
Uno de los errores más habituales es no leer el manual del fabricante. Cada modelo tiene sus peculiaridades. No todos los anclajes ISOFIX son iguales, ni todos los cinturones de seguridad se pasan por los mismos sitios. Antes de colocar la sillita por primera vez, dedica 15 minutos a leer el manual.
Uno de los fallos que más detecta la Guardia Civil es que la silla no está tensa. Una sillita no debe moverse más de 2-3 centímetros en ninguna dirección. Si la mueves con la mano y se balancea de un lado a otro o se inclina, está mal colocada. Ya sea con el sistema ISOFIX o con el cinturón de seguridad, la silla debe estar anclada de manera firme y sin holgura. Si usas ISOFIX, asegúrate de que los indicadores de seguridad se muestran correctamente. Si usas el cinturón del coche, tira de él con fuerza hasta que no puedas tensarlo más.
Si tienes que colocar la sillita en el asiento del copiloto, el airbag debe estar desactivado. Si se activa, la fuerza del inflado es brutal y podría golpear con violencia la sillita, causando lesiones gravísimas. Si la sillita va en el sentido de la marcha, no es necesario desactivar el airbag, pero sí se recomienda echar el asiento lo más atrás posible.
