En las vertiginosas carreteras españolas, especialmente durante los meses invernales, la presencia de la nieve puede convertirse en un desafío tanto para conductores novatos como experimentados. Con el peligro latente de deslizamientos y la merma en la seguridad vial, la Guardia Civil de Tráfico juega un rol, no solo en la regulación y control, sino también en la instrucción de los ciudadanos para enfrentar tales situaciones.
Aquí desgranaremos la técnica adecuada para la colocación de cadenas en los neumáticos, una habilidad esencial en la conducción invernal.
PREPARACIÓN ANTE LA NEVADA: ¿QUÉ NECESITAS SABER?
Cuando se pronostican nevadas, es fundamental contar con una previsión anticipada y el equipo adecuado en tu vehículo. Las cadenas para nieve son un elemento crucial y deben ser del tamaño correcto para las ruedas de tu coche. Verificar que las cadenas estén en buen estado y saber cómo instalarlas rápidamente es vital para no quedar varado en la carretera. También, es imprescindible llevar contigo una linterna, guantes gruesos y una lona pequeña o cartón para poder arrodillarte sin mojarte.
La práctica hace al maestro, y la habilidad para poner las cadenas se perfecciona con la práctica. Realizar ensayos en casa, en un ambiente seco y con luz, te permitirá actuar con mayor soltura y seguridad cuando debas hacerlo en condiciones adversas. La normativa también exige que se circule con la velocidad adecuada y que, tras 200 metros rodando sobre asfalto limpio, se retiren las cadenas para evitar daños en la vía y en el vehículo.
EL PROCESO PASO A PASO: COLOCACIÓN DE CADENAS
El instante ha llegado: la carretera se viste de blanco y es hora de instalar las cadenas. El primer consejo de la Guardia Civil de Tráfico es buscar un lugar seguro para detenerse, lejos del flujo de vehículos y con espacio suficiente para maniobrar. Una vez seleccionado el sitio, coloca la lona en el suelo para trabajar cómodamente y procede a desplegar las cadenas, asegurándote de que no haya enredos y que los cierres estén hacia el exterior.
El segundo paso consiste en colocar la cadena detrás del neumático y unir los extremos en la parte superior. A continuación, rodea el neumático con la cadena, sujeta el tensor y asegura los cierres laterales. Es crucial que las cadenas queden bien tensas para evitar que se salgan; para ello, ajusta el mecanismo tensor según las instrucciones del fabricante.
Después de colocar las cadenas, es recomendable avanzar unos metros con el vehículo para que se asienten y volver a tensarlas si es necesario. Recuerda que las cadenas deben colocarse en las ruedas motrices, que en la mayoría de los vehículos son las delanteras, pero esto puede variar dependiendo de si tu coche tiene tracción delantera, trasera o total.
GUARDIA CIVIL: CONSEJOS Y MANTENIMIENTO
Una vez superado el obstáculo de la nieve, no debemos olvidar el mantenimiento de las cadenas. Lavarlas con agua dulce tras su uso es importante para evitar la corrosión producida por la sal que se echa en muchas carreteras para fundir la nieve. Además, deberás revisarlas regularmente para asegurarte de que no tengan daños o desgastes que puedan comprometer su eficacia.
La Guardia Civil de Tráfico también aconseja llevar siempre en el vehículo, además de las cadenas, una pala pequeña y material absorbente como arena o sal gruesa, por si es preciso mejorar la tracción en situaciones de emergencia. Informarse sobre el estado de las carreteras a través de las aplicaciones y los informes de tráfico actuales es igualmente esencial para planificar un viaje seguro.
CONDUCIR CON CADENAS: HÁBITOS Y TÉCNICAS
Una vez instaladas las cadenas, la forma de conducir debe adaptarse a las nuevas condiciones de adherencia. Reducir la velocidad es crucial, ya que aunque las cadenas mejoran la tracción, también alteran el comportamiento del vehículo. La Guardia Civil de Tráfico aconseja no superar los 50 km/h cuando se circula con cadenas puestas. Igualmente, hay que evitar los movimientos bruscos del volante, las aceleraciones y frenadas repentinas que pueden llevar a perder el control del automóvil.
Es importante también comprender cómo afectan las cadenas a la distancia de frenado. Aunque proporcionan tracción adicional, no necesariamente acortan la distancia de frenado sobre hielo o nieve compacta. Por ello, es esencial incrementar la distancia de seguridad con respecto al vehículo precedente. Esto te dará más tiempo para reaccionar y reducirá el riesgo de colisiones.
El sonido y las sensaciones al volante también cambian al conducir con cadenas. No hay que alarmarse por el ruido adicional que generan; es normal escuchar un cierto tintineo que indica que están haciendo su trabajo. Estar atentos a cambios abruptos en el ruido podría ayudar a detectar si una cadena se ha soltado y requiere atención.
CONOCIENDO LOS TIPOS DE CADENAS: VENTAJAS E INCONVENIENTES
No todas las cadenas para nieve son iguales, y elegir el tipo correcto puede ahorrar esfuerzo y mejorar la seguridad. Las cadenas metálicas son las más tradicionales y ofrecen una durabilidad y tracción excelentes en condiciones extremas, aunque su instalación puede ser más complicada y el confort de conducción se reduce por la vibración que producen.
Por otro lado, están las cadenas de tela o fundas textiles, que son más fáciles y rápidas de instalar y no generan tanto ruido ni vibraciones. Sin embargo, su resistencia es menor en comparación con las metálicas, así que su uso se recomienda para situaciones esporádicas o de emergencia.
Asimismo, existen las cadenas de eslabones de plástico, una alternativa que se sitúa a medio camino entre la durabilidad de las metálicas y la comodidad de las textiles. Estudiar las características de cada una y elegir en función de nuestras necesidades es esencial para garantizar nuestra seguridad y comodidad en la carretera.
LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA CONDUCCIÓN INVERNAL
En la era de la innovación tecnológica, los avances en la automoción no se han quedado atrás. Los neumáticos de invierno y los sistemas de control de tracción y estabilidad se presentan como alternativas o complementos a las tradicionales cadenas. Los neumáticos de invierno, con su especial composición y diseño, mejoran el agarre en condiciones de frío y sobre superficies húmedas o heladas.
Los sistemas electrónicos de control de tracción (TCS) y control de estabilidad (ESP) son ahora equipamiento estándar en muchos vehículos nuevos. Estos sistemas ayudan a prevenir la pérdida de tracción y a corregir la trayectoria, respectivamente. Sin embargo, su presencia no elimina la necesidad de las cadenas en casos de acumulaciones importantes de nieve, ya que actúan sobre la adherencia existente y no pueden crearla donde no la hay.
La tecnología que está irrumpiendo con fuerza en el mercado son los sistemas automáticos de montaje de cadenas. Son dispositivos que se instalan en el vehículo y con solo pulsar un botón, despliegan cadenas alrededor del neumático. Aunque su precio es considerablemente más elevado que el de las cadenas tradicionales, su comodidad y rapidez de montaje son inigualables. Pero, como cualquier tecnología emergente, todavía están en proceso de mejoramiento y adopción por parte del mercado general.
Conducir en invierno supone retos adicionales, pero una preparación adecuada y el conocimiento preciso pueden hacer que la experiencia sea más segura y menos intimidante. La Guardia Civil de Tráfico y las instituciones relacionadas con la seguridad vial no cesan en su empeño por educar y proteger a los conductores ante las inclemencias del tiempo. Al fin y al cabo, entender cómo reaccionar y qué herramientas usar ante una carretera nevada es una responsabilidad de todo aquel que se sienta tras el volante.