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Gracias al carrocero Zagato la firma Iso Rivolta regresa a la vida

Corría el mes de agosto cuando el artesanal carrocero italiano Zagato desvelaba los primeros bocetos de este impresionante GTZ, un deportivo que nace para devolver a la vida la legendaria compañía italiana Iso Rivolta. Y es que esta joya de la que tan solo se van a fabricar 19 ejemplares (nueve de ellos aseguran que ya están adjudicados) está inspirado en el icónico Iso Rivolta A3 presentado en 1963, el cual marcó parte de la historia automovilística al vencer en dos ocasiones las 24 Horas de Le Mans en su categoría (1964 y 1965).

La exclusiva silueta del A3 fue tomada como punto de partida por diferentes diseñadores de la época y aseguran que en el se inspiraron para crear máquinas tan bellas como el Lamborghini Miura o el Alfa Romeo 33 Stradale.

Esta es la primera unidad de 19

El Iso Rivolta GTZ del Siglo XXI es un intento por parte del carrocero Zagato de trasladar ese diseño clásico a la vida moderna. Para ello ha esculpido esta carrocería en ligera fibra de carbono acabada en un sensacional color verde denominado Monza Green para esta primera unidad de las 19 que pretende convertir en realidad.

Zagato continúa con la tradición de Iso Rivolta de combinar el estilo italiano con la tecnología americana, porque para fabricar este impresionante GTZ se parte de un deportivo Corvette Z06. Además del chasis hereda un sensacional corazón 6.2 V8 sobrealimentado mediante un compresor volumétrico que da como resultado un total de 660 CV de potencia y 880 Nm de par motor.

De ese deportivo americano este GTZ también heredará una transmisión Tremec TR-6070 (un cambio manual de siete velocidades) o una GM 8L90 (un cambio automático de 8 velocidades). Pero viendo las imágenes de su artesanal interior, donde abunda el cuero y otro muchos materiales tratados con el máximo cariño por Zagato, todo hace pensar que este primer ejemplar apuesta por la versión automática.

Por lo tanto estamos hablando de un deportivo que podrá acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3,7 segundos, además de alcanzar una velocidad máxima de 315 km/h.

Por cierto, este primer ejemplar ya tiene dueño, porque ha sido entregado a su afortunado propietario en la ciudad suiza de Lucerna, quien habrá desembolsado una buena cantidad por hacerse con dicha joya. Son suposiciones, porque su precio permanece en el anonimato.