Google Maps no necesita presentación: es la aplicación de navegación más utilizada en el mundo, con millones de usuarios que confían en ella a diario para moverse en coche, a pie, en transporte público o incluso en bicicleta. Desde su lanzamiento en 2005, la app de Google ha pasado de ser un simple mapa digital en pantalla a convertirse en una auténtica herramienta de movilidad, capaz de anticiparse al tráfico, ofrecer rutas alternativas e incluso integrar información en tiempo real sobre transporte urbano, accidentes o condiciones climáticas. Sin embargo, hasta las apps más completas siempre pueden mejorar.
La última actualización de Google Maps es una prueba de ello. Google ha rediseñado de forma estratégica la pantalla de rutas, haciéndola más clara, más accesible y, sobre todo, más útil para los conductores. Ya no se trata solo de un mapa con indicaciones: ahora la pantalla prioriza lo que realmente importa, como el tiempo estimado de llegada, la duración del trayecto o las condiciones de tráfico en directo. Y lo hace con un diseño limpio que reduce distracciones y facilita la toma de decisiones rápidas mientras estás al volante o en cualquier otro medio de transporte.
3Más claridad en las alternativas de ruta

Otro de los grandes aciertos de esta actualización está en cómo se muestran las diferentes alternativas de ruta. Hasta ahora, las opciones aparecían en el mapa en distintos colores, pero la explicación sobre sus ventajas era algo confusa. Con el nuevo diseño, Google Maps no solo indica el tiempo de cada alternativa, sino que añade información contextual, como “menos tráfico”, “ruta más rápida” o “con peajes”.
Esto permite que el usuario pueda tomar una decisión mucho más informada antes de arrancar el viaje. Si tienes prisa, probablemente elijas la opción más rápida. Si prefieres ahorrar combustible y evitar atascos, te inclinarás por la alternativa con menos tráfico. La clave está en que la pantalla transmite esa información de un vistazo, sin necesidad de bucear en menús adicionales.