El Gobierno y la Dirección General de Tráfico (DGT) se han propuesto endurecer la vigilancia de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). A partir de ahora, la idea es que los controles sean mucho más estrictos y que se revisen todos los vehículos para comprobar si llevan la inspección en vigor. Y es una medida que va a entrar en vigor por los datos que la sustentan.
De acuerdo con el Ministerio de Industria y Turismo (MINTUR), el 81,1% de los vehículos que se presentan a la ITV la superan a la primera. Es una cifra bastante alta, pero ¿qué ocurre con el resto? Una parte de esos vehículos no la pasa por defectos graves, y lo peor es que hay conductores que desoyen el resultado desfavorable y siguen circulando. También los hay que ni siquiera han llevado el coche a pasar la ITV y están en carretera con la inspección caducada.
El Gobierno quiere cortar de raíz este tipo de situaciones, y la DGT explica que no sirve de nada la excusa de que ya has pedido cita para pasar la ITV. Desde el primer día que caduca, el vehículo ya no es apto para circular. Una vez obtenido el resultado desfavorable, todos los conductores están obligados a pegar la etiqueta V-19 visible en el ángulo superior derecho del parabrisas.
En el año 2023, la DGT registró 641.126 sanciones por circular con la ITV caducada, un aumento del 62 % respecto a 2015. En comunidades como Madrid, las cifras han aumentado de las 59.473 sanciones en 2015 a las 93.644 en el año 2023. Gobierno y Tráfico coinciden en que con este volumen de los datos, en ningún caso pueden ser situaciones aisladas.
Qué cambia a partir de ahora para los conductores
La DGT argumenta que a partir de ahora van a reforzar los controles por una cuestión de seguridad vial y para reducir los accidentes. Al final, la intención es que los conductores dejen de ver la ITV como un simple ‘proceso’ y entiendan que es la garantía mínima para poder circular. Si no cumple ciertos estándares (luces en buen estado, frenos sin desgaste grave, emisiones dentro de los límites), hay un riesgo evidente de sufrir un accidente.
Y si nos vamos a la parte práctica, ¿cómo va a aplicar la DGT la norma? En primer lugar, con controles policiales a los vehículos para asegurarse de que llevan la ITV en vigor. En la tarjeta de la inspección podemos encontrar la fecha de caducidad, es decir, el último día que podemos circular de manera legal. Al día siguiente, ya es una ilegalidad que se sanciona con multas que comienzan en los 200 euros y que pueden alcanzar los 500 euros si el vehículo sigue circulando con un resultado negativo o desfavorable.
La parte más delicada tiene que ver con el seguro. Si se produce un accidente y el vehículo no tiene la ITV en vigor, la aseguradora está en su derecho de no asumir los costes, que recaerán directamente sobre el bolsillo del conductor. Y en el caso de accidentes graves o con víctimas, la indemnización puede llegar a ser millonaria.
La DGT endurecerá los controles y las sanciones
Las cifras de sanciones de los últimos años reflejan una tendencia al alza, aunque la DGT no identifica un único motivo. Se puede deber, por un lado, a que hay más conductores que circulan con la ITV caducada; por el otro, también hay más controles y más mecanismos automáticos de detección.
En cualquier caso, a partir de ahora te encontrarás más controles en los que la Guardia Civil o la Policía comprobará de forma visual si llevas la pegatina. También pueden saber con su base de datos si tu coche ha pasado la ITV, la fecha o si tenías que arreglar algún defecto.
