En la búsqueda constante por ahorrar en combustible, muchos conductores optan por repostar en gasolineras «low cost». Estas estaciones ofrecen precios más bajos que las tradicionales, lo que resulta atractivo para el bolsillo. Sin embargo, recientes incidentes han puesto en tela de juicio la calidad del combustible que se expende en algunas de estas estaciones. Un caso reciente en Alaquàs, Valencia, ha evidenciado los riesgos que pueden conllevar estas decisiones aparentemente económicas.
Más de treinta vehículos sufrieron daños significativos tras repostar en una gasolinera «low cost» que, presuntamente, suministró combustible adulterado con agua. Los propietarios de estos coches se enfrentan ahora a reparaciones costosas, que en algunos casos superan los 1.200 euros. Este incidente ha encendido las alarmas sobre la fiabilidad de ciertas estaciones de servicio de bajo coste y la importancia de garantizar la calidad del combustible que utilizamos.
1El caso de Alaquàs: una advertencia para todos

En la localidad valenciana de Alaquàs, varios conductores denunciaron que, tras repostar en una gasolinera «low cost», sus vehículos comenzaron a presentar fallos mecánicos. Las investigaciones revelaron que el combustible suministrado contenía una proporción significativa de agua, lo que provocó daños en los sistemas de inyección y otros componentes esenciales del motor.
Este tipo de adulteración no solo afecta el rendimiento del vehículo, sino que puede causar averías graves que requieren reparaciones costosas. Los afectados han iniciado acciones legales contra la estación de servicio, buscando compensación por los daños sufridos. Este caso sirve como recordatorio de los riesgos asociados con la elección de estaciones de servicio sin una reputación consolidada.