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El Mazda 2 que funciona con ‘fritanga’

En los boxes del circuito internacional de Fuji huele a fritanga, pero no es culpa de las cocinas donde se prepara el desayuno de los pilotos y los mecánicos, más bien la culpa es del Mazda 2 Bio que acaban de arrancar en el box de la marca nipona.

Fritanga, el combustible del futuro

Se trata de un concept de coche de carreras con un motor que funciona con aceite de cocina, girasol en su gran mayoría, combinado con aceite de microalgas. Con estos dos compuestos crean un combustible sintético capaz de dar vida al motor del pequeño coche de carreras nipón. El único inconveniente por el momento es ese precisamente, que huele a frito que ‘tira pa atrás’.

fritanga


El vehículo compite en ST-Q, categoría reservada a vehículos no homologados. Se trata de una categoría en auge en la que los fabricantes prueban conceptos experimentales. En este caso se trata del Zekken 55 Mazda2 Bio, que consume exclusivamente un biodiésel fabricado con aceite usado y residuos de algas.

¿Electrificación?…no, fritanga

Con un sector del automóvil profundamente polarizado hacia la electrificación, algo que todavía no acaba de estar claro. No son pocos los fabricantes que se guardan ases en la manga para posibles alternativas. Nos referimos al hidrógeno, a los combustibles sintéticos y a los bio combustibles. En este caso la solución de Mazda podríamos integrarla dentro de esta última opción.

Pues utilizar aceite y grasa de alga para mover un coche de competición no deja de ser un biocombustible, que a su vez no deja de ser un combustible sintético de origen orgánico.

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El problema de este tipo de soluciones de biocombustibles, que se han demostrado funcionales, es que no habría en el mundo aceite de freidora suficiente para alimentar a la flota global de automóviles.

Del mismo modo los biocombustibles tienen su origen en materiales perecederos y en mucho caso combustibles, como cosechas de grano. En cuyo caso el problema es exactamente el mismo, no existe grano suficiente para alimentar a tanto vehículo. Pues provocaría un aumento desmedido de la demanda de este tipo de materiales y con ello una subida de precio y automáticamente llegarían las hambrunas a los países pobres.
Akira Marumoto, Presidente y Consejero Delegado de Mazda Motor Corporation confirmó tras la carrera: “Nosotros apostamos por un enfoque multisolución, con distintas opciones de motorización dependiendo de las políticas de cada país o región», por lo cual explora fuentes de energía alternativas al petróleo.

Mazda apuesta por varios caminos


Mazda está convencida de que los combustibles ecológicos pueden hacer una aportación muy positiva a la descarbonización de la movilidad, ya que se generan a partir de fuentes de energía limpias y son 100% neutros en carbono. Su desarrollo podría facilitar de forma notable la transición hacia una movilidad limpia para el año 2050. Estos combustibles ofrecen una reducción significativa de las emisiones de CO2 a lo largo de toda la vida útil de los vehículos y hacen posible que su funcionamiento sea neutro en carbono. Y además son aplicables a los motores actuales.

Susteo, sustituto a la gasolina

El biodiésel de nueva generación usado se llama Susteo. Se fabrica íntegramente con productos japoneses y está oficialmente reconocido como un gasóleo por las normas industriales japonesas (JIS).

Susteo es una mezcla a base de aceites y grasas de microalgas del género Euglena y aceite de cocina usado. En teoría no entra en competencia con biocombustibles obtenidos a partir de elementos de la cadena alimenticia.
Según los propios ingenieros de la marca, los excelentes resultados arrojados por el prototipo hacen que no sea extraño que veamos a corto plazo vehículos de Mazda con motores de la familia SkyActive-D alimentados por este combustible tan especial. Así que no te extrañe si en un futuro tu ciudad huele a fritanga.