Corría el año 2011 cuando en el Salón de París se presentaba un vehículo muy especial. Desarrollado por su departasmento más elitista (Taylor Made), conmemoraba los 80 años de vida que había cumplido en 2010 el famoso carrocero Pininfarina.
Se trataba del Ferrari 599 SA Aperta, una versión que convertía al deportivo Ferrari 599 GTB en un descapotable (de ahí lo de Aperta) de dos plazas con una luna delantera más inclinada, unas singulares «jorobas» en su parte posterior y un ligero techo de lona que se colocaba de forma manual y que servía para cubrir su habitáculo por si de repente se ponía a llover (aunque también se ofrecía un techo rígido fabricado en carbono).
Con el motor V12 del Ferrari Enzo
Bajo su capó delantero se escondía un propulsor 6.0 V12 atmosférico que provenía de las versiones 599 GTO (de estos últimos sólo se fabricaron 599 ejemplares) y que generaban una potencia de 670 CV cuando giraba a 8.250 rpm. Semejante motor también era compartido con el exclusivo Ferrari Enzo y ofrecía 50 CV más que en los Ferrari 599 GTB. Gracias a todo ello este singular Ferrari 599 SA Aperta era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 325 km/h.
En su nombre también llaman la atención las siglas SA que rinden homenaje a Sergio y Andrea Pininfarina. De esta joya del automovilismo sólo se fabricaron 80 ejemplares, los cuales fueron vendidos antes de que se iniciase su fabricación en Maranello. En realidad más que venderse se adjudicaron, pues era la propia Ferrari quien decidía a quien vender su exclusivo 599 SA Aperta, el cual tenía un precio desconocido, pero que se rumorea rondaba los 500.000 euros.
Este vehículo en particular está pintado de blanco e incluye una serie de extras opcionales que vienen desde la propia fábrica. Por ejemplo, cuenta con pinzas de freno de aluminio, elementos de fibra de carbono repartidos por todo el interior así como un panel de instrumentos decorado en color blanco. A juego con este panel de instrumentos encontramos los asientos de cuero negro con costuras en contraste de color blanco. Otro de los extra que incluye este singular modelo son los sensores de aparcamiento delanteros y traseros o el parabrisas térmico aislante.
Se espera que este Ferrari SA Aperta logre una cifra de 1,5 millones de euros, tres veces más de lo que costaba cuando era nuevo, lo que nos demuestra que invertir en coches clásicos de caracter único puede ser una buena inversión a largo plazo.