En España, para obtener el carnet de conducir es necesario superar dos exámenes de la Dirección General de Tráfico (DGT). El primero, el teórico, una prueba tipo test de 30 preguntas en la que puedes tener como máximo 3 fallos. Y a continuación, el práctico, en el que ya entran en juego una combinación de faltas leves, deficientes y eliminatorias.
En este caso, el vídeo que se ha hecho viral es el de un conductor que ha desobedecido una instrucción de un supuesto examinador. Eso sí, la autoescuela ha aclarado que no se trata de la prueba real de la DGT, sino de un simulacro que suelen realizar antes del examen definitivo para que los alumnos vayan mejor preparados. Sin embargo, tanto el error del aspirante como la reacción del examinador podrían ocurrir perfectamente en una situación real.
El alumno que se confunde en un examen de la DGT
En el vídeo en cuestión, el supuesto examinador le indica al alumno que tome una salida en una rotonda, pero hace caso omiso y coge otra salida. «Disculpe, ¿a dónde va usted? ¿Qué vamos a hacer, el examen que usted quiera o el que yo le pido?«, le reprocha.
Lógicamente, quien ha pasado por un examen de conducir sabe que cualquier mínimo error, aunque a priori no tenga demasiada importancia, se paga caro. La DGT considera que no seguir las indicaciones del examinador es una falta leve, siempre y cuando no genere ninguna situación de riesgo.
Ahora bien, nadie suspende por una falta leve simplemente, pero lo peor es que son errores fáciles de cometer por simples despistes. Y la acumulación es lo que al final puede costar el suspenso. En este caso, ocurrió en pleno simulacro y el aspirante probablemente vuelva a estar mucho más atento a las instrucciones del examinador, pero desde la autoescuela señalan que ocurre bastante a menudo.
¿Cuáles son las faltas más comunes y con cuántas suspendes?

La DGT clasifica los fallos en el examen de conducir en tres tipos: leves, deficientes y eliminatorias. Lógicamente, las primeras corresponden más a errores que no tienen demasiado impacto en la carretera ni en la seguridad vial; las segundas son algo más peligrosas, y las últimas son tan graves que cometer una es suficiente para suspender el examen.
- Eliminatorias: son las faltas que la DGT considera más graves. Una es suficiente para suspender. Por ejemplo, saltarse un semáforo en rojo, incorporarse sin ceder el paso o circular en dirección prohibida. En definitiva, maniobras muy peligrosas que ponen en peligro a otros usuarios de la vía.
- Deficientes: aquí entran errores que no son tan peligrosos, pero sí que entorpecen la circulación. Por ejemplo, ejecutar mal un cambio de sentido o frenar de manera brusca sin motivo. Con dos de este tipo es suficiente para suspender.
- Leves: son pequeños despistes, como no señalizar una maniobra con antelación suficiente o calar el coche en una pendiente. Están permitidas hasta 10 faltas leves, o 5 si además hay 1 deficiente.
Tipo de falta | Ejemplos | Consecuencias |
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Eliminatoria | Saltar un semáforo en rojo, no respetar un stop, circular en dirección prohibida. | Suspenso inmediato, basta con una sola. Son maniobras de alto riesgo. |
Deficiente | Ejecutar mal un cambio de sentido, frenar bruscamente sin causa, invadir un carril adyacente. | Con 2 faltas deficientes el aspirante suspende automáticamente. |
Leve | No señalizar con antelación, calar el coche, olvidar los limpiaparabrisas con lluvia. | Se permiten hasta 10 leves, o 5 si se acompaña de 1 deficiente. |
Es un sistema que la DGT defiende, porque demuestra bastante bien que el aspirante sabe circular sin comprometer la seguridad vial ni poner en peligro al resto, pero sí que se toleran pequeños fallos como consecuencia de la falta de experiencia.