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Estos son los elementos de tu coche que siempre debes revisar y mantener a punto

En concreto, hay algunos elementos del coche, los cuales mencionaremos a continuación, que siempre han de tenerse a punto. No basta con una revisión anual, sino que algunos de ellos deben controlarse cada tres meses. Así se evitan imprevistos en la carretera.

Precisamente en este sentido, los mismos pueden surgir en cualquier momento incluso revisando mensualmente varios aspectos fundamentales del coche. Es por dicho motivo que has de comprobar las coberturas que tiene tu seguro de coche. En concreto fíjate en las de asistencia en carretera y traslado al taller por si sufres una avería.

Nivel de aceite y estado de los filtros

Medir el nivel de aceite es más fácil que nunca en los coches actuales y, a pesar de ello, no todos los conductores lo hacen de forma habitual. No permitas que sea tu caso.

Cada varios miles de kilómetros ha de cambiarse junto a los filtros, ya que en caso contrario el vehículo podría presentar un funcionamiento anómalo. Ello sucede con una especial gravedad en los automóviles que circulan por medio de diésel. Y es que el filtro antipartículas es utilizado exhaustivamente en retenciones y, en definitiva, cualquier momento que te lleve a circular con marchas cortas.

Capacidad de carga de la batería

Mala señal: las llaves no son capaces de abrir el coche a distancia, así que decides hacerlo manualmente. Acto seguido compruebas que tu temor era veraz. El mando no se quedó sin pilas, sino que era la batería del automóvil la que pasó a mejor vida.

Con los coches actuales es casi imposible dejarse una luz encendida o cualquier otro elemento que consuma la energía sin que te des cuenta, ya que varios indicadores te avisan de ello para que actúes en consecuencia antes de dejar el coche varias horas sin funcionamiento con la batería agotándose poco a poco.

Aun así, un mal estado de la batería puede traducirse en quedarte sin ella cuando más lo necesites, por ejemplo al volver de las vacaciones. Con tal de impedir que una situación tan desagradable se produzca es fundamental que compruebes la capacidad de la misma.

Si no tienes conocimientos, es recomendable acudir periódicamente a las revisiones tanto en un taller oficial como en aquel que te inspire más confianza. En las mismas también llevarán a cabo otra comprobación que no puedes pasar por alto y que es realizable por tus propios medios.

Presión de los neumáticos

Una de las peores experiencias en carretera es la de pinchar un neumático. Si bien es cierto que la mala suerte juega un papel protagonista, ejemplificándolo dar con un clavo que penetre en la superficie y haga mella en el material, es innegable que una reducida o excesiva presión también pueden derivar en dicho problema.

Es por ello que has de asegurarte de que la presión es la correcta. El manual del fabricante te será de inestimable ayuda en este sentido, así como los infladores de las gasolineras, aunque últimamente se han popularizado los portátiles que evitan tener que acudir a dichas instalaciones.

Hablando de pinchazos, a la hora de revisar la presión no te olvides del neumático de repuesto. Y es que si un evento aleatorio como los anteriormente descritos se traduce en pinchar, el resto de neumáticos tendrán la presión adecuada, pero seguramente el de repuesto que llevas tanto tiempo sin revisar esté con un nivel muy bajo y no sirva para circular con seguridad.