El artesanal fabricante británico Eadon Green estuvo presente en el último Salón de Ginebra con dos impresionantes vehículos que podrían convertirse en una realidad en muy poco tiempo, sobre todo el Zeclat del que hoy te hablamos. Ambos tienen como nexo de unión el que pueden presumir de tener un diseño exterior que está inspirado en las legendarias creaciones de los artesanales carroceros franceses de la década de los años '30.
Como poco… prepara 620.000 euros
Y es que el Black Cullin está más lejos de ser una realidad, pues hablamos de momento de un majestuoso prototipo que ha sido fabricado a mano sobre la base de un Rolls-Royce con un corazón V12. Sin embargo, el mencionado Zeclat no es sólo un concept, sino que podría entrar en producción mañana mismo, aunque eso sí, como mucho fabricarán unas 25 unidades al año. En este caso, se habla de que cada unidad tendría un precio que podría rondar las 550.000 libras, unos 620.000 euros al cambio actual (ojo porque el vehículo del que deriva cuesta en EE.UU. 65.495 dólares, unos 52.900 euros). Aunque si la demanda no fuera tan potente y sólo cinco personas pidieran un Zeclat, su precio escalaría hasta la disparatada cifra de un millón de libras, más o menos 1.128.000 euros. Y es que los costes de producción habría de dividirlos entre el número de ejemplares que salen de sus artesanales talleres.
Para fabricar cada unidad de estos impresionantes Eadon Green Zeclat se toma como punto de partida un Corvette Grand Sport, sobre el que colocan esta llamativa carrocería que se puede elegir en 18 colores diferentes, por lo que hablamos de un vehículo que mide 4,52 metros de largo, 1,97 metros de ancho y 1,23 metros de alto. Se sustenta sobre la misma plataforma de ese deportivo 'Made in USA', por lo que presenta una distancia entre ejes de 2.710 milímetros y también hereda su corazón LT1.
Sobre la base de un Corvette Grand Sport
Hablamos de un bloque 6.2 V8 atmosférico que es capaz de proporcionar 460 CV de potencia y 630 Nm de par motor, que se puede combinar con un cambio manual de 7 velocidades o con una transmisión automática de 8 relaciones. Gracias a ello, esta criatura puede acelerar de 0 a 60 millas por hora en 3,6 segundos, pero no se habla de su velocidad máxima.
Con todos los cambios efectuados, su peso es de 1.554 kilos, pero suspensiones, frenos y demás proviene del mencionado vehículo donante. Por ello se beneficia de las suspensiones magnéticas, un potente equipo de frenos Brembo (como opción se ofrecerán discos carbocerámicos), diferencial trasero electrónico, selector de modos de conducción (ofrece los programas Weather, ECO en el que desactiva cuatro de sus ocho cilindros, Tour, Sport y Track)… Tampoco desentonan sus llantas de 19 pulgadas delante y 20 pulgadas detrás, que se calzan con neumáticos Michelin Pilot Super Sport en medida 285/30 R19 y 335/25 R20 respectivamente.
También presumirá de contar con elementos como Head-Up display e incluso un sistema de telemetría que graba nuestros datos cuando entramos en circuito.
Ahora bien, su interior debería lucir el mismo aspecto clásico de su exterior, pero es calcado al del mencionado Corvette, aunque eso sí, se puede personalizar con hasta 13 tipos de tapizado diferente.