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La DGT explica por qué se produce el ‘efecto acordeón’ y cómo evitarlo

Obras, accidentes, mal tiempo, concentración de vehículos en un tramo concreto a la misma hora, etc… Las causas por las que se producen atascos en la carretera son variadas, pero estos embotellamientos pueden ralentizar aún más el tráfico debido a lo que la DGT denomina ‘efecto acordeón’.

Esta situación se produce cuando, tras una detención o un frenazo, la circulación se reanuda con más retraso cuanto más atrás esté nuestro automóvil. Se trata de una cuestión acumulativa y el efecto visual es que la fila de vehículos se estira como un acordeón.

El ‘efecto acordeón’ responde al hecho de que, en una detención, tras arrancar el primer coche, el siguiente tarda un tiempo extra (un segundo) en ponerse en marcha, el tercero, suma otro segundo al anterior (1 + 1) y así sucesivamente. Uno tras otro, los conductores tardan más tiempo en ponerse en movimiento y se multiplica el tiempo de espera.

Según la DGT, el 'efecto acordeón' puede provocar hasta media hora más de retención en un atasco con 2.000 coches.

Según ha publicado recientemente la DGT en su cuenta de Twitter, en una retención en la que estén implicados 2.000 vehículos, que en fila india ocuparían unos 16 kilómetros, esta pérdida de tiempo de un segundo en arrancar cada coche haría que el último vehículo tarde 33 minutos en reiniciar de nuevo la marcha. Más de media hora respecto al primero. Y esto suponiendo que cada conductor se retrase solo un segundo en ponerse en movimiento.

Cómo evitarlo, según la DGT

La DGT da pautas para evitar el efecto acordeón. La primera es obvia: permanecer muy atentos a la conducción y a lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, lo que nos permitirá reiniciar la marcha cuanto antes, sin despistes ni demoras.

Mantener una distancia de seguridad adecuada con el vehículo que nos precede nos permitirá bajar la velocidad de nuestro coche sin frenazos bruscos, evitando el ‘efecto acordeón’, ya que esperar al último momento para frenar provoca detenciones en cadena, al igual que ocurre cuando vamos tocando el freno a cada momento.

Si a lo lejos vemos que se está formando un atasco y el resto de conductores comienzan a frenar, se aconseja levantar el pie del acelerador y dejar que el coche pierda velocidad suavemente, avisando incluso si fuera necesario a los conductores que vienen detrás de lo que está ocurriendo con algún toque de freno. La disparidad de velocidades en la vía propicia el ‘efecto acordeón’, mientras que una velocidad constante de los vehículos que comparten la vía aumenta la fluidez.

Además, según la DGT, es más difícil que se produzca el efecto acordeón cuando conducimos en pendiente porque la situación del vehículo permite al conductor observar lo que ocurre en la carretera a mayor distancia y, por tanto, reaccionar con más antelación y evitar la posible congestión de tráfico.