Durante el pasado evento Bash que tuvo lugar en el Museo Nacional Corvette, la firma americana desveló detalles muy interesantes de este legendario deportivo, del que el pasado año vendió un total de 19.362 ejemplares, cifra que superarán holgadamente este año según apuntan.
Pero muy revelador es el dato del 41% de unidades que corresponden a la versión con carrocería Convertible, lo que supone que de esos 19.362 Corvette C8 comercializados el pasado 2020, 7.938 de ellos son descapotables, mientras que 11.423 corresponden a la versión Stingray, que cierto es tampoco se trata de un Coupé puro y duro, puesto que en realidad cuenta con una carrocería tipo 'targa', con un techo rígido desmontable.
La mayoría apuesta por el acabado más completo
Igual de curioso es saber que el 52% de esos compradores de un Corvette C8 Convertible se decantaron por el nivel de equipamiento 3LT, el más completo de todos ellos, mientras que el 40% optaron por el intermedio denominado 2LT. Y sorprende comprobar que tan solo el 8% apostaron por la versión de acceso 1LT, lo que le diferencia claramente del comprador de la carrocería Stingray, porque de estos últimos el 20% apostaron por los 1LT, el 47% por los 2LT y el 33% por el acabado más completo 3LT.
Habría que remontarse al año 1969 para tener un mix de ventas tan elevado entre Corvette Stingray y Corvette Convertible, porque en ese año el 43% de los compradores apostaron por el descapotable. Y es que de la anterior generación de este legendario deportivo, denominada C7, las ventas del Convertible representaban aproximadamente el 29% de las ventas totales.
Y hay que tener en cuenta que a día de hoy un Corvette C8 Convertible arranca en 68.495 dólares (unos 56.700 euros), lo que vienen a ser 7.500 dólares (6.210 euros) más de lo que cuesta uno con carrocería Coupé.