En verano, los motoristas se enfrentan a uno de sus mayores retos: las temperaturas extremas. Lejos de ser un mero inconveniente, el calor puede convertirse en serio riesgo si no se toman las medidas para contrarrestarlo. En esas condiciones, una ruta en moto puede convertirse fácilmente en una experiencia agotadora y hasta peligrosa.
Pero el placer de rodar en moto no tiene por qué esfumarse con la llegada del calor sofocante. Con un poco de previsión, el equipo adecuado y algunos trucos, es posible seguir disfrutando de la carretera sin sufrir los estragos de las altas temperaturas. Aquí van siete consejos prácticos y eficaces para que el calor no te arruine tu próxima salida sobre dos ruedas.
7Sombra y visibilidad: detalles que marcan la diferencia

Una pantalla solar en el casco puede marcar la diferencia en un día de verano. Muchos cascos modernos incorporan visores oscuros que se bajan con un simple gesto; pero si el tuyo no lo tiene, considera instalar una pantalla ahumada homologada. Reducir la luz directa mejora la visibilidad y disminuye la fatiga ocular.
Por otro lado, al aparcar la moto, busca siempre un lugar con sombra. El sol directo sobre el asiento puede convertirlo en una sartén y acelerar la evaporación del combustible. Además, mantener la moto al resguardo evita daños en plásticos y electrónica por la exposición prolongada al calor.