En verano, los motoristas se enfrentan a uno de sus mayores retos: las temperaturas extremas. Lejos de ser un mero inconveniente, el calor puede convertirse en serio riesgo si no se toman las medidas para contrarrestarlo. En esas condiciones, una ruta en moto puede convertirse fácilmente en una experiencia agotadora y hasta peligrosa.
Pero el placer de rodar en moto no tiene por qué esfumarse con la llegada del calor sofocante. Con un poco de previsión, el equipo adecuado y algunos trucos, es posible seguir disfrutando de la carretera sin sufrir los estragos de las altas temperaturas. Aquí van siete consejos prácticos y eficaces para que el calor no te arruine tu próxima salida sobre dos ruedas.
5Agua: tu copiloto más importante

La deshidratación es uno de los enemigos silenciosos del motorista en verano. No basta con beber agua antes de salir: hay que mantenerse hidratado durante todo el trayecto. Perder líquidos al sudar puede afectar la concentración, provocar fatiga e incluso aumentar el riesgo de accidente.
Una solución eficaz y muy cómoda es llevar una mochila de hidratación. Con una simple manguera conectada al depósito, podrás beber sin necesidad de parar. También es recomendable llevar una botella extra en el equipaje y parar regularmente para reponer líquidos. Recuerda: si tienes sed, ya estás deshidratado.