El pasado año fallecieron en nuestro país 289 usuarios de moto en siniestros mortales registrados en vías interurbanas. La alta siniestralidad de este colectivo (solo supone el 3% de los vehículos, pero concentra el 25% de los fallecidos) preocupa al Gobierno, que ha impulsado medidas extraordinarias para frenar sus cifras de accidentalidad, que van desde el uso de equipamiento adecuado hasta mejoras en su formación.
Ahora, se da un nuevo paso después de que la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados haya aprobado una proposición no de ley presentada por el PSOE que insta al Gobierno a recomendar el uso del chaleco airbag para conductores y pasajeros de motocicletas de gran cilindrada. Un equipamiento del que ya disponen los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil desde octubre de 2024.
A esta propuesta, con la que están de acuerdo las asociaciones de motociclistas y la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), se suma también la solicitud al Ejecutivo para que inicie campañas de divulgación que fomenten el uso del chaleco airbag como elemento de protección y seguridad recomendable para motoristas en general. La proposición no de ley contó con 15 votos a favor (del PSOE y Sumar), 3 en contra (de Vox) y 15 abstenciones (del PP).
Los chalecos para motoristas se inflan automáticamente
Los chalecos airbag para motociclistas son dispositivos que se inflan automáticamente
en caso de siniestro de tráfico, ofreciendo protección especial en zonas como el pecho y la columna vertebral del motorista. Funcionan a través de un cable conectado a la moto que, al tensarse, activa el mecanismo.
La eficacia de este tipo de equipamiento ha sido demostrada en múltiples pruebas y, según se explica en la iniciativa parlamentaria, «la obligación de utilizar el chaleco airbag en la formación de conductores de motocicleta en la formación para la obtención del permisos de conducir A (a partir del 1 de julio) y la dotación de estos chalecos como equipos de protección individual (EPI) y para la seguridad vial de los miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, indican el camino a seguir, que no puede ser otro que el que se adoptó en 1982 con la obligatoriedad del casco protector (vías interurbanas en todas la motocicletas y en vías urbanas las de más de 125 cc) y en 1992 (en todas las vías y motocicletas de cualquier cilindrada y ciclomotores)».
El texto de la proposición presentada en el Congreso de los Diputados destaca que la obligatoriedad del uso de este elemento de seguridad podría, como se hizo con el casco, realizarse de forma progresiva, empezando por los conductores y pasajeros de motocicletas de mayor potencia, concretamente las que pueden ser conducidas con el permiso de tipo A.
Para el diputado socialista por Barcelona y ponente de la iniciativa, Ignasi Conesa, «no debemos conformarnos con que haya una sola persona que pierda la vida o se lesione gravemente por el hecho de desplazarse por carretera, creemos que la seguridad es uno de los elementos que proporciona una mayor calidad a la vida”, ha asegurado.
Patinetes en el transporte
Por otro lado, la Comisión de Seguridad Vial también avaló otra proposición no de ley socialista para promover la autorización de acceso de vehículos de movilidad personal eléctricos en el transporte ferroviario y al transporte urbano e interurbano.
El diputado por Barcelona Juan Carlos Jerez Antequera, defendió la iniciativa explicando que, pese a los incidentes de 2023 con este tipo de vehículos, “España cuenta en la actualidad con un marco técnico exhaustivo y desde de 2024, no pueden venderse ningún vehículo de movilidad personal que carezca del oportuno certificado de laboratorio autorizado”.
Además, también recordó que “la normativa que reclama la seguridad ferroviaria ya está vigente y dispone de herramientas para verificar cada vehículo. Ahora, solo falta un protocolo homogéneo que permita a los operadores reconocer y aceptar esos patinetes certificados dentro de sus trenes y autobuses”, ha concluido.
