Conducir un vehículo no solo implica habilidades al volante; también responsabilidad y conciencia de la normativa. Muchos desconocen que, aunque tengan un seguro en vigor, no están exentos de afrontar consecuencias económicas si incumplen ciertas condiciones legales.
Algunos comportamientos pueden convertirse en un auténtico drama financiero. En este artículo, exploramos cómo el derecho de repetición de las aseguradoras puede cambiar por completo la vida de los responsables de un siniestro.
2El papel del seguro: proteger a las víctimas
El seguro de responsabilidad civil obligatorio tiene como objetivo principal garantizar la protección de las víctimas de accidentes de tráfico. Desde su introducción en 1962, ha evolucionado para asegurar que cualquier afectado por un siniestro esté cubierto, sin importar las cláusulas de exclusión que pueda tener la póliza del conductor culpable. La ley prioriza a las víctimas, garantizando que reciban atención médica y compensación económica.
Sin embargo, esta protección tiene límites. La aseguradora tiene derecho a recuperar los pagos efectuados si se demuestra que el accidente ocurrió por causas excluidas en el contrato, como la conducción bajo la influencia de sustancias. Esto no solo afecta al conductor, sino también al propietario del vehículo, quienes pueden verse envueltos en demandas judiciales. Por ello, es fundamental ser consciente de las responsabilidades que implica estar al volante.
