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Conducimos el Volvo XC40 Recharge. El eléctrico sin complicaciones

La racionalidad siempre ha sido uno de los pilares de cualquier producto escandinavo, como bien se ha encargado de demostrar por todo el mundo IKEA. Pero antes de que esta famosa cadena de muebles y equipamiento para el hogar llevara por el mundo esa racionalidad, Volvo hacía lo mismo en el mundo del automóvil. La firma sueca ha tenido en la funcionalidad uno de los pilares de su estrategia de modelos.

Los coches de Volvo son, desde siempre, ejemplo de orden, de todo colocado en el sitio donde debe estar, del número justo de botones y mandos para cada función… Y por supuesto, de una facilidad de uso que trata de hacer las cosas sencillas para el conductor. Ocurre en cada Volvo que uno se sienta que solo un par de minutos después uno tiene la sensación de que ese es su coche, el de toda la vida. Que todo lo que un conductor tiene que buscar lo va a encontrar en el Volvo a la primera, porque está donde el sentido común indica que debe estar.

Con esa filosofía de sencillez la marca sueca afronta también su primer modelo eléctrico. Un coche con el que inician un camino que va a convertir a la marca sueca en totalmente cero emisiones en cuanto a modelos lanzados al mercado en 2030 -antes, en 2025 el 50 por ciento de sus ventas lo serán de coches EV y tendrá siete eléctricos en el mercado- y en 2040 se convertirá en una compañía neutra en emisiones, cuyas actividades no tendrán impacto en el medio ambiente.

El XC40 Recharge -se llama igual que las versión híbrida enchufable pero añade el 'apellido' eléctrico puro- es, por tanto, el modelo que va a marcar las pautas en la movilidad eléctrica en Volvo. Y esa filosofía de facilitar la vida a los usuarios también está presente aquí, en una configuración que trata de ofrecer lo máximo en todo, incluido la sencillez de uso y manejo.

Con 408 caballos y tracción total

El SUV de Volvo, el modelo más vendido de la marca, ofrece en su vertiente eléctrica solo una variante mecánica, formada por dos motores de 150 kW, uno en cada eje, con lo que se configura como un modelo de tracción total. Son en total 408 caballos y 660 Nm de par instantáneo, una cifra más que respetable que hace que el dinamismo y la respuesta inmediata estén garantizados y se traduzcan, por ejemplo en una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4,9 segundos. La velocidad máxima, como ya es norma desde hace tiempo en la marca sueca está limitada a 180 km/h.

Por la parte mecánica, sin complicaciones, porque sus datos garantizan que el usuario va a tener a su disposición todo lo necesario en cada momento, con potencia de sobra casi para cualquier tipo de uso.

Pero tampoco hay complicaciones en el uso del coche. No se han establecido diferentes programas de configuración de la regeneración de la frenada o distintos modos de conducción… Todo máxima sencillez. Así, no hay más que un único modo de conducción, sin posibilidad de elegir configuración. La frenada tiene dos posiciones, con el e-Pedal activado con lo que se conduce con un solo pedal -en cuanto levantamos el pie del acelerador el coche frena con lo que regenera mucha batería- y si desactivamos el e-Pedal el freno se comporta como en un coche normal y regenera menos batería.

Tampoco hay complicaciones en cuanto a la carga. El XC40 Recharge se puede llenar hasta una capacidad máxima de 150 kW -aquí carga la batería hasta el 80 por ciento en 33 minutos y hasta el cien por cien en 40 minutos-, y de serie llega con un cargador de 11 kW que le permite llegar su batería de 78 kWh en 8 horas. La autonomía media está fijada en 418 kilómetros y como no hay posibilidad de adaptar el funcionamiento del coche a las exigencias del conductor, es él el que automáticamenta va decidiendo y ajustando para conseguir el mejor rendimiento.

Con tecnología de Google para interactuar con el coche

Una última facilidad de la que no hemos hablado y que va a ser norma desde ya en todos los Volvo: la forma de interactuar con el coche a través de su sistema de infoentretenimiento. La marca sueca se ha asociado con Google para integrar todos los servicios del gigante tecnológico en sus coches. Así simplemente asociando el teléfono con el coche, tenemos acceso a todos los servicios de Google, lo que facilita mucho las cosas. Basta decir 'Hey Google' para interactuar con él con todo tipo de cosas: pedir una ruta con Google Maps, obtener información del tiempo, las noticias, buscar un punto de recarga o poner música. Todo sin manos y sin necesidad de aprender el funcionamiento de nuevos aparatos o sistemas.

Si a eso unimos que el Volvo XC40 Recharge eléctrico puro no pierde nada respecto a los modelos de combustión ni en tamaño, habitabilidad o maletero, el resultado es sencillo de explicar.

Queda por ver sobre el asfalto cómo se traduce en la carretera toda esa simplicidad. Lo hacemos en un recorrido por carreteras del norte de Madrid. Una ruta que nos lleva hasta Manzanares el Real donde hacemos una parada. Para empezar, al montarnos lo primero que descubrimos es otro detalle de sencillez: no hay botón de arranque, basta insertar la D o la R en el selector de marchas para que el coche se ponga en marcha.

Y a partir de ahí, solo hay que acelerar, girar el volante y frenar -o levantar el pie del freno si llevamos la función e-Pedal activada- para disfrutar al máximo del Volvo XC40 Recharge eléctrico puro. Y la verdad es que la sencillez de la propuesta nos engancha. El coche es pura suavidad, tanto en el rodar, como en el silencio de marcha o en la dirección. Y aunque tenga 408 caballos se puede ir a la menor velocidad que se nos ocurra sin ningún problema, sin perder delicadeza ni tener reaccciones que nos puedan incomodar. Y cuando es necesario, basta pisar con decisión el acelerador para que nos catapulte hacia adelantamientos fulgurantes o para subir de velocidad en un abrir y cerrar de ojos.

Hay otro elemento que nos sorprende, su excelente estabilidad. Si el XC40 lo borda en general, el comportamiento dinámico de este eléctrico es sobresaliente. Con un aplomo sorprendente gracias al bajo centro de gravedad al llevar las baterías bajo el suelo, el XC40 Recharge eléctrico puro enlaza curvas sin rechistar, con un feeling muy dinámico, con un punto deportivo. La dirección es magnífica -se puede optar por una mayor dureza o más suavidad- y los frenos, cuando los usamos, ofrecen un tacto excelente. Y cuando vamos en e-Pedal solo necesitamos unos kilómetros para comprender su funcionamiento y sacarles mucho rendimiento, sobre todo en ciudad.

El remate a esta prueba viene al analizar el consumo. La marca no ofrece el dato de consumo medio, pero con su cifra de autonomía de 418 kilómetros y su batería de 75 kWh útiles, nuestro resultado sería un gasto medio de 17,9 kWh. Una cifra que en nuestro recorrido de 120 kilómetros a buen ritmo y sin mirar mucho el gasto en cada momento, dejamos en 23,1 kWh. Lo cual no es un mal dato y nos permitiría una autonomía de más de 320 kilómetros, una cifra a tener en cuenta.

La simplicidad se aplica también a la oferta comercial del nuevo Volvo XC40 Recharge eléctrico puro, que se ofrece con dos niveles de acabado, en el que ya desde el más básico, el equipamiento de serie es completísimo, donde los elementos de seguridad, por ejemplo, no se olvidan de nada: City Safety, Pilot Assist, Advertencia de cambio de carril, aviso de carretera resbaladiza y luces de emergencia, control de alerta del conductor, control de descenso de pendientes, sistema de alerta de tráfico cruzado o reconocimiento de señales.

Y para quitar complicaciones también a la hora de plantearse su compra, Volvo ofrece un pack de servicios que incluye 3 años de garantía -la bateria, por cierto, está garantizada durante 8 años o 160.000 kilómetros- 3 años de mantenimiento y 3 años de seguro a todo riesgo. Con ello, el nuevo Volvo XC40 Recharge eléctrico puro está disponible con un precio de 54.623 euros con este pack o 52.286 sin el pack de servicios. Precios a los que se puede rebajar las ayudas del Plan Moves III que pueden llegar a 7.000 euros si se achatarra un vehículo.

Y si aún quieres menos complicaciones, la opción de renting que ofrece Volvo permite, sin entrada, disfrutar de este XC40 por 707 euros al mes durante cuatro años con todo incluido… Para que tu única complicación sea preocuparte de conducir.