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sábado, 2 agosto 2025

Mira estos detalles para saber si el coche que llevas delante es un vehículo camuflado de la Guardia Civil de Tráfico

Conduces tranquilo por la carretera y de repente, al ver un coche, te asalta la duda. ¿Será un coche camuflado de la Guardia Civil, de esos que te multan sin que te des cuenta? Es una curiosidad que ronda la cabeza de muchos conductores, sobre todo para evitar sorpresas desagradables. ¿Cómo distinguir estos coches? La clave está en los detalles, pequeñas pistas que los delatan y que, una vez que las conoces, no podrás dejar de ver. Prepárate para descubrir las claves para que la próxima vez que te cruces con uno, lo identifiques al momento (o casi).

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El camuflaje es su mejor “arma”

camuflado Guardia Civil
Foto: DGT

El objetivo de que la Guardia Civil de Tráfico utilice vehículos camuflados no es otra cosa más que pasar desapercibidos. Quieren que te comportes como lo harías de forma habitual, no como si sabes que hay una autoridad vigilando. Por eso, no esperes ver coches con grandes pegatinas, luces azules parpadeantes o sirenas a la vista. Todo lo contrario. Su apariencia es la de un coche normal que podrías encontrar en cualquier aparcamiento de un centro comercial. Coches comunes, a menudo modelos populares y en colores discretos, son su elección. Olvídate de deportivos de lujo o vehículos extravagantes; buscan la normalidad para mezclarse con el resto del tráfico.

No hay un modelo único que la Guardia Civil utilice como coche camuflado. Aunque, sí que hay una tendencia a usar coches de marcas generalistas y modelos muy vendidos. Estos coches son omnipresentes en nuestras carreteras, lo que facilita aún más su camuflaje. Suelen ser versiones básicas o medias, sin grandes lujos ni equipamientos deportivos. Eligen estos coches porque lo que buscan es no llamar la atención. Si ves un coche que podría ser el de tu vecino, pero algo no te encaja, sigue indagando.

Los colores también juegan su papel en la estrategia de coches camuflados. Estos vehículos suelen ser de tonos oscuros y poco llamativos: negros, grises, azules marinos o incluso blancos, aunque este último es menos frecuente para la misión de pasar desapercibido. Colores que son comunes en cualquier flota de vehículos. Si ves un coche con un color muy llamativo o personalizado, es menos probable que sea un camuflado.

Pequeños detalles que indican que puede ser un camuflado

Coche camuflado Guardia Civil
Fuente: Agencias

Aunque a primera vista parezcan coches normales, hay una serie de detalles que, una vez los conoces, son muy difíciles de pasar por alto. Pequeñas pistas que, juntas, forman un patrón que te permite identificar un vehículo camuflado de la Guardia Civil de Tráfico. Presta mucha atención a lo siguiente.

Uno de los indicadores más claros son las antenas, porque los vehículos camuflados necesitan sistemas de comunicación especiales. No estamos hablando de la antena de radio normal que tiene tu coche, sino de antenas adicionales ubicadas en el techo, el maletero o incluso en el paragolpes trasero. Pueden ser más grandes de lo normal, o verás varias antenas cuando lo común es una sola. A veces pueden estar disimuladas, pero si te fijas bien, verás que algo no encaja con un coche «de calle». Busca antenas de tipo aleta de tiburón con una forma o tamaño inusual, o incluso varias de ellas.

Muchos de estos vehículos suelen tener las ventanas traseras tintadas o muy oscuras. Esto no solo les proporciona privacidad a los ocupantes, sino que también dificulta ver el interior y el equipo que puedan llevar. Además de las lunas tintadas, fíjate en la parte superior del parabrisas delantero o en la luna trasera. A menudo, verás pequeñas cámaras o dispositivos electrónicos pegados a la luna, que no son los de un coche normal. Estos son los radares o las cámaras para registrar infracciones. No son grandes, pero si sabes qué buscar, los distinguirás con facilidad. A veces, pueden tener una carcasa que los disimule un poco, pero aun así, su presencia es anómala en un coche particular.

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Si puedes ver el interior del vehículo, presta atención a los ocupantes. A menudo, verás a dos personas en los asientos delanteros, a diferencia de un coche particular donde puede ir una sola persona o una familia. Además, su actitud suele ser más formal, y pueden llevar algún tipo de uniforme discreto o ropa que sugiere una profesión. También, busca si hay elementos extraños en el salpicadero o la consola central: pantallas adicionales, radios distintas a las de serie o cualquier otro dispositivo electrónico que no sea el equipo de música habitual. Aunque intenten ser discretos, a veces los cables o el brillo de una pantalla te pueden dar la pista.

Por último, los conductores de estos coches camuflados suelen tener un estilo de conducción particular. Es posible que circulen a una velocidad constante, sin sobresaltos, manteniendo la distancia de seguridad y observando con cuidado el tráfico a su alrededor para mantener la seguridad vial en la medida de lo posible. No suelen hacer maniobras bruscas ni adelantamientos agresivos, a menos que sea para intervenir. Si ves un coche que, por su forma de conducir, parece estar patrullando o prestando demasiada atención al resto de los vehículos, unido a los detalles anteriores, tus sospechas aumentarán.

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Qué hacer si sospechas que es un camuflado

circulación
Fuente: EUROPAPRESS

Si has detectado varios de estos detalles y tu intuición te dice que el coche que llevas delante es un vehículo camuflado de la Guardia Civil de Tráfico, la respuesta es sencilla: compórtate como un conductor ejemplar. Respeta los límites de velocidad, mantén la distancia de seguridad, no uses el móvil al volante, ponte siempre el cinturón y cumple todas las normas de circulación. Aunque lo cierto es que da igual si es un vehículo camuflado o no, siempre debes conducir de forma segura y responsable. La única diferencia es que, si es un camuflado, tu buen comportamiento no solo evitará una multa, sino que también te dará la tranquilidad de saber que no estás haciendo nada incorrecto.

La seguridad siempre debe ser tu prioridad, sin importar quién te esté mirando. Así que, la próxima vez que salgas a la carretera, afina tu vista y presta atención a esos detalles, por si acaso.

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